NAIROBI. Kenia y Haití firmaron este viernes un acuerdo solicitado por los tribunales del país africano para permitir el despliegue de un contingente de 1,000 policías kenianos que liderarán la misión multinacional de las Naciones Unidas para hacer frente a la crisis de seguridad en la nación caribeña.
Este viernes también el primer ministro de Haití, Ariel Henry, pidió ante la VI Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente (UNEA-6), que concluye hoy en Kenia, «una nueva confianza en el multilateralismo ambiental» y subrayó que el cambio climático tiene consecuencias también sobre la inseguridad en su país.
Henry intervino en la UNEA-6 después de reunirse este jueves con el presidente de Kenia, William Ruto, en Nairobi, adonde llegó ese día para abordar el despliegue de la misión multinacional en Haitì autorizada por la ONU y que el país africano se ofreció a liderar.
Durante su ausencia del país los grupos armados haitianos han desatado una ola de violencia que este jueves se cobró la vida de al menos cuatro policías y además el todopoderoso jefe de la coalición de bandas G9, el expolicía Jimmy Cherisier, alias «Barbacoa«, ha instado a una rebelión contra Henry.
«Más que nunca necesitamos una nueva confianza en el multilateralismo ambiental para fomentar el bienestar de las generaciones actuales y futuras», afirmó Henry ante la asamblea.
«Dotémonos de una ambiciosa agenda ambiental mundial, así como de los medios para lograrla», subrayó el mandatario, consciente de que «los desafíos son innumerables y tienden a aumentar dada la situación actual».
«Necesitamos tomar medidas durante esta década crítica, que decidirá sobre el bienestar de las generaciones actuales y futuras», enfatizó el líder caribeño, al alertar de que los países pobres «están lejos de haber alcanzado las metas e indicadores establecidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)» de la ONU.
«Los impactos del cambio climático exacerban la inseguridad en Haití y afectan los sistemas alimentarios y tienen un impacto en las relaciones comunitarias, así como en la cohesión social y alimentan la violencia y conflictos», subrayó.
Sin embargo, «esto no impide que mi país participe activamente, y en la medida de sus posibilidades, en los esfuerzos por superar la crisis tridimensional», dijo, al precisar que Haití «tiene previsto de aquí a 2030 aumentar significativamente su cobertura forestal y alcanzar el veinte por ciento de sus áreas terrestres protegidas».
Pero la aplicación de medidas medioambientales en países subdesarrollados, matizó, «requiere recursos financieros humanos y tecnológicos, que superan con creces la capacidad» de Haití.
«En este contexto, invitaríamos a los países desarrollados a llenar el vacío financiero para proteger el medio ambiente en los países menos desarrollados», agregó.
El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó en octubre de 2023 el envío de una misión de apoyo a la Policía Nacional de Haití, en respuesta a la solicitud manifestada un año antes por el primer ministro haitiano para erradicar a las bandas armadas.
Al menos una veintena de personas resultaron heridas este jueves en Puerto Príncipe, en una nueva jornada sangrienta a manos de las bandas armadas mientras aún reina la confusión y el caos en el país caribeño.
La UNEA-6, principal organismo de toma de decisiones ambientales del mundo y donde se presentó el informe, congrega hasta este viernes a más de 7.000 representantes de gobiernos, la sociedad civil y el sector privado», según el PNUMA, con sede central en Nairobi.
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