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Julian Assange y su carta al Rey Carlos III

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Corresponde a la opinión pública mundial, no controlada por los Estados Unidos, batallar y lograr que Julian Assange salga de la cárcel de  Belmarsh,  hacia su casa, y no para una prisión o un  cementerio norteamericano.

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1.- Creo no estar equivocado al decir que para saber las buenas cualidades de una persona, tomo en cuenta lo que hace en provecho de los demás. Esto me la define y muestra lo que es  su valía.

2.- Para mí, carece de conveniencia a la comunidad, ese que no es útil. Le ubico como parásito, una ineficacia hecha persona.

3.- Para una ciudadana o un ciudadano demostrar sus convicciones, poco importa los factores que estén de por medio al momento de actuar para hacer el bien y no lo perjudicial.

4.- Tengo el convencimiento de que esa persona,  la cual no tengo el gusto de conocer personalmente, la está pasando mal, pero las circunstancias adversas no le han impedido ser provechosa, partiendo de cómo se comporta aún en su estado de desgracia. Me refiero a Julian Assange.

5.- Assange está preso en la prisión del Reino Unido, conocida con el nombre de Belmarsh, desde hace más de cinco  años, en la cual ha estado limitado por las más duras restricciones comprobadas por organismos defensores de los derechos humanos que le han visitado.

6.- Julian Assange, ha puesto de manifiesto la reciedumbre de su pensamiento, porque  la dureza de la cárcel donde se encuentra no ha logrado debilitarlo, proceder  suyo que me hace recordar aquellos momentos amargos para nuestro país cuando Fafa Taveras, preso en La Victoria, por su oposición al doctor Balaguer, sacaba bríos para hacer sus reiterados escritos.

7.- Desde el infierno carcelario donde está en prisión Julián Assange, le remitió una carta al Rey Carlos III, en fecha 5 de mayo de 2023, en la cual le hace precisa denuncia de cómo es el lugar donde está privado de libertad. He aquí el contenido de la misiva:

8.- “En la coronación de mi señor, pensé que era apropiado extenderle una sincera invitación para conmemorar esta ocasión trascendental visitando su propio reino dentro de un reino: la Prisión Belmarsh de Su Majestad. Sin duda recordará las sabias palabras de un renombrado dramaturgo: “La clemencia no quiere fuerza; es como la plácida lluvia del cielo que cae sobre un campo y lo fecunda”.

9.- “Ah, ¿pero qué sabría ese bardo de la clemencia ante el ajuste de cuentas en los albores de tu reinado histórico? Después de todo, uno puede conocer la medida de una sociedad por la forma en que trata a sus prisioneros, y su reino, sin duda, ha sobresalido en ese sentido. La Prisión Belmarsh de Su Majestad está situada en la prestigiosa localidad  de One Western Way, Londres, a corta distancia del Old Royal Naval College de Greenwich. Qué agradable debe de ser que un establecimiento tan estimado lleve su nombre”. 

10.- “Aquí se encuentran recluidos 687 de sus leales súbditos, lo que respalda el récord del Reino Unido como la nación con la mayor población carcelaria de Europa Occidental. Como su noble gobierno ha declarado recientemente, su reino está experimentando actualmente “la mayor expansión de plazas penitenciarias en más de un siglo”, con sus ambiciosas proyecciones que pronostican un aumento de la población reclusa de 82.000 a 106.000 en los próximos cuatro años. Todo un legado”.

11.- “Como preso político, retenido por voluntad de Su Majestad en nombre de un soberano extranjero avergonzado, me siento honrado de residir entre los muros de esta institución de categoría mundial. Verdaderamente, su reino no conoce límites. Durante su visita, tendrá la oportunidad de darse un festín con las delicias culinarias preparadas para sus leales súbditos con el generoso presupuesto de dos libras diarias. Saboree las cabezas de atún trituradas y las variadas formas reconstituidas que al parecer son pollos. Y no se preocupe, porque a diferencia de instituciones menores como Alcatraz o San Quintín, aquí no hay comedor comunitario. En Belmarsh, los presos cenan solos en sus celdas, lo que garantiza la máxima intimidad en sus comidas”.

12.- “Más allá de los placeres gustativos, puedo asegurarle que Belmarsh ofrece grandes oportunidades educativas para sus súbditos. Como dice Proverbios 22:6: “Instruye al niño en su camino, y cuando sea viejo no se apartará de él”. Observará  las colas que se forman en el botiquín, donde los reclusos recogen sus recetas, no para el uso diario, sino para la experiencia de ampliar horizontes de “un gran día afuera”, todo a la vez”.

13.- “También tendrá la oportunidad de presentar sus respetos a mi difunto amigo Manoel Santos, un hombre gay que se enfrentaba a la deportación al Brasil de Bolsonaro, que se quitó la vida, a solo ocho metros de mi celda, utilizando una tosca cuerda fabricada con sus sábanas. Su exquisita voz de tenor está ahora silenciada para siempre”. 

14.- “Adéntrese en las profundidades de Belmarsh y encontrará el lugar más aislado entre sus muros: Sanidad (Healthcare), o Hellcare como sus habitantes lo llaman cariñosamente. Aquí le maravillarán las sensatas normas diseñadas para la seguridad de todos, como la prohibición del ajedrez, mientras se permite el juego de damas, mucho menos peligroso”. 

15.- “En las profundidades de Hellcare se encuentra el lugar más gloriosamente edificante de todo Belmarsh, es más, de todo el Reino Unido: la sublimemente llamada Belmarsh End of Life Suite (la Suite Belmarsh Fin de Vida). Escuche con atención y podrá oír los gritos de los presos: “Hermano, voy a morir aquí”, un testimonio de la calidad de la vida y de la muerte dentro de su prisión”.

16.- “Pero no tema, porque hay belleza entre estos muros. Deléitese con los pintorescos cuervos que anidan en la alambrada y con los cientos de ratas hambrientas que viven en Belmarsh. Y si viene en primavera, podrá ver los patitos que ponen los ánades reales en el recinto de la prisión. Pero no se demore, porque las voraces ratas se aseguran de que sus vidas sean efímeras”.

17.- “Le imploro, rey Carlos, que visite la prisión de Su Majestad, Belmarsh, pues es un honor digno de un rey. Al embarcarse en su reinado, espero que siempre recuerde las palabras de la Biblia del Rey James: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mateo 5:7). Y que la misericordia sea la luz que guíe su reino, tanto dentro como fuera de los muros de Belmarsh. Su más devoto súbdito, Julian Assange”.

18.- La carta de recriminación de Assange al rey de Inglaterra, es la indignación por la amarga vida de un preso político víctima de la crueldad y complicidad de dos imperios.

19.- No hay que ser muy inteligente para saber que Julian Assange, es un ser humano mandado a guardar por Estados Unidos, a una prisión del Reino Unido, o lo que es lo mismo, el imperio norteamericano  le dijo al inglés: “guárdamelo, lo dejo a tu cuidado, vigílamelo hasta que muera o me lo traiga desde allá para acá”.

20.- Corresponde a la opinión pública mundial, no controlada por los Estados Unidos, batallar y lograr que Julian Assange salga de la cárcel de  Belmarsh,  hacia su casa, y no para una prisión o un  cementerio norteamericano.

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