Redacción Internacional.- Este cinco de abril se cumplió 30 de años de la muerte de Kurt Cobain, ícono del rock, quien recogió en sus letras sonidos y manera de cantar la furia y tristeza de toda una generación de jóvenes en la década de 1990 que reclamaba a sus padres un mundo mejor.
A través de su banda Nirvana y su trabajo más exitoso ‘Nevermind’, el nacido en Aberdeen, Washington, se convirtió en la voz de miles sin percatarse del impacto que causó en el mundo.
Su estilo, su voz y su talento lo convirtieron en uno de los artistas más legendarios para el género rock, un para el que -opinan muchos- todavía no ha nacido un reemplazo.
Desde pequeño, su inclinación al arte y música se manifestaron prontamente. Con tan solo 4 años, aprendió a tocar el piano y cuando cumplió 14 obtuvo su primera guitarra. Con tan solo 20 años formó la banda de rock Nirvana, la cual cambiará el curso de la música para siempre al provocar una verdadera revolución cultural en la época.
De ese modo, irrumpió en la escena musical y en enero de 1992 Nirvana logró lo impensable, cuando su álbum “Nevermind” derrocó de las listas de popularidad a Michael Jackson. El logro coincidió con la primera actuación de la banda en Saturday Night Live.
Sus líricas rompieron con la moda musical establecida en la década de los ochenta al abordar temas como la salud mental y el machismo, este último uno de sus discursos más poderosos. Cobain y su banda, Nirvana, sacaron tres álbumes de estudio: Bleach (1989), Nevermind (1991) e In Utero (1993).
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