Jerusalén.- El Ejército de Israel elevó este lunes a cuatro los soldados muertos, después de que ayer Hamás lanzase desde Rafah una decena de proyectiles de mortero hacia la zona del cruce humanitario de Kerem Shalom, en el sur de la Franja de Gaza, contra una supuesta base militar israelí.
El cuarto soldado muerto, de 18 años, ha sido identificado como Michael Ruzal de la ciudad Rishon Lezion, al sur de Tel Aviv. Anoche, las tropas ya informaron de la muerte de tres soldados, y dijeron que otros once habían sido heridos, tres de ellos en estado grave.
Desde que comenzó la guerra de Israel en Gaza, el pasado 7 de octubre, 266 soldados -contando la víctima de hoy- han muerto en la ofensiva terrestre que ya dura 7 meses, según datos del Ejército israelí. Mientras que más de 34.600 gazatíes han perdido la vida, más del 70 % mujeres y niños, según datos del Ministerio de Sanidad del enclave.
Según Hamás, el objetivo de su ataque era un puesto militar desde donde Israel organizaba tanto bombardeos como la invasión de Rafah -en relación a la cual el Ejército ordenó evacuar hoy la zona este de este área colindante con Egipto-, según detalló ayer Al Aqsa, el canal de televisión asociado al grupo islamista.
Tras el ataque, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, reiteró en una llamada anoche con el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, la necesidad de «una acción militar, también en la zona de Rafah, ante la falta de una alternativa».
«Hamás continúa perpetrando ataques contra el Estado de Israel y sus ciudadanos, al tiempo que indica una falta de seriedad con respecto a los marcos presentados para (para un acuerdo de) liberación de rehenes», dijo Gallant, según un comunicado divulgado hoy por su oficina.
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