Santo Domingo.- En la última semana, el mundo ha sido testigo de una serie de devastadores fenómenos naturales que han causado estragos en diversas regiones. Las inundaciones han golpeado con fuerza en Brasil, Colombia, Italia e Irán, dejando tras de sí un trágico saldo de vidas perdidas y una destrucción considerable.
En el sur de Brasil, las inundaciones han dejado un panorama desolador desde hace ya varias semanas. En el estado de Rio Grande do Sul, al menos 150 personas han perdido la vida y más de dos millones han sido afectadas por las aguas. Varios fenómenos climáticos se combinaron para convertir la región en una verdadera olla a presión, exacerbada por el calentamiento global.
Las lluvias torrenciales han causado 108 desaparecidos, 806 heridos y alrededor de 620,000 desplazados. Expertos climáticos atribuyen la magnitud de este desastre al cambio climático provocado por la actividad humana, que ha intensificado las condiciones meteorológicas extremas en la zona.
Cali, una de las principales ciudades de Colombia, experimentó un intenso aguacero acompañado de tormenta eléctrica este miércoles, que dejó la ciudad casi paralizada. La tormenta causó interrupciones en el servicio de energía en varios barrios durante horas y provocó inundaciones en calles principales y establecimientos comerciales.
El desbordamiento del río Cali paralizó el tráfico en el oeste de la ciudad. Las autoridades locales han pedido precaución a los ciudadanos mientras se trabaja en la normalización de la situación.
El norte de Italia también ha sido gravemente afectado por las inundaciones, especialmente en Milán, donde los ríos Lambro y Seveso se desbordaron. La región de Lombardía ha permanecido en alerta hidrogeológica nivel naranja debido al alto riesgo de más inundaciones.
Los bomberos han realizado casi 800 intervenciones en áreas como Como, Cremona, Lecco y Milán, donde se llevaron a cabo más de 200 operaciones de emergencia. Aunque el nivel del río Lambro ha disminuido ligeramente, las autoridades continúan vigilando la situación de cerca para evitar nuevas tragedias.
En Irán, la ciudad santa de Mashad se ha visto severamente afectada por inundaciones que han causado la muerte de al menos siete personas, con tres más desaparecidas. Entre las víctimas se encuentran una madre y sus cuatro hijos, que quedaron atrapados en su vivienda, y dos personas que murieron en un vehículo en una plaza céntrica. Las fuertes lluvias han dejado una estela de destrucción en esta ciudad del este de Irán, y las operaciones de rescate continúan mientras se busca a los desaparecidos.
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