Cancún.- El empresario mexicano de origen libanés, Succar Kuri, condenado a 94 años de cárcel por los delitos de pederastia y pornografía infantil y corrupción de menores, falleció la tarde de este viernes víctima de una insuficiencia cardíaca en un hospital privado del balneario de Cancún.
De acuerdo con fuentes médicas y autoridades locales, Succar Kuri, de 79 años, estuvo internado en el hospital general de Cancún ‘Jesús Kumate’, desde el pasado 31 de mayo hasta el 6 de junio, por un cuadro severo de anemia.
Al mismo tiempo que tramitó una petición de arresto domiciliario por su precaria salud, la defensa, que llevaba el caso, solicitó su acta voluntaria para poder trasladarlo al hospital privado PlayaMed, donde finalmente se reportó su muerte alrededor de las 13:00 hora local (19:00 GMT).
Succar Kuri fue sentenciado inicialmente a 112 años de prisión por varios delitos, entre ellos pederastia y pornografía infantil, pero sus abogados lograron reducirla a 94 años luego de varios procesos.
Aunque su historia fue puesta al descubierto por la periodista mexicana Lydia Cacho en el libro ‘Los Demonios del Edén’, donde narró las atrocidades cometidas por Succar Kuri y una red de pederastas internacional contra menores de edad, el único detenido y sentenciado fue el empresario de origen libanés. El empresario estuvo fue detenido en 2006 en Arizona (EE.UU.) y extraditado a México.
En el expediente de la investigación de Succar Kuri se mencionan nombres de numerosos políticos y empresarios como Kamel Nacif Borge y el entonces gobernador del estado Puebla (2005-2011), Mario Marín.
Este «empresario turístico», que operaba en la zona hotelera de Cancún, principalmente en los condominios ‘Solymar’, nació el 19 de septiembre de 1944 en Bisharri, Líbano, pero desde que se nacionalizó como mexicano fijó su residencia en Cancún.
Cabe destacar que aún estaban pendientes varios juicios en contra del pederasta Succar Kuri, los cuales seguían sin sentencia tras más de dos décadas de que se denunció la existencia de esta red de pornografía, prostitución infantil y pedofilia. El caso Kuri salió a la luz pública en 2003, después de que un grupo de niñas, niños y adolescentes denunciaron al empresario de origen libanés ante las autoridades por el delito de violación equiparada, corrupción de menores y pornografía infa
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