REDACCIÓN. – La primera nave espacial tripulada de Boeing consiguió llegar a la Estación Espacial Internacional (ISS) el pasado 6 de junio, pero la misión que inicialmente iba a durar una semana está experimentando muchos problemas y los astronautas de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams todavía no saben cuándo volverán a casa.
“Nos estamos tomando nuestro tiempo y siguiendo el proceso estándar de nuestro equipo de gestión de misiones”, informaba este viernes Steve Stich, director del Programa de Tripulación Comercial de la NASA. Según informa la agencia espacial, se están evaluando “futuras oportunidades de regreso” una vez se completen las dos caminatas espaciales planeadas por la Estación Espacial Internacional para el lunes 24 de junio y el martes 2 de julio. Estas actividades, por otro lado, también se tuvieron que aplazar por un “problema de incomodidad con el traje”.
A pesar de estar ‘atrapada’ en la ISS, la NASA asegura que la nave espacial Starliner de Boeing sigue autorizada para volver en caso de una emergencia en la Estación Espacial “que requiera que la tripulación abandone la órbita y regrese a la Tierra”.
¿Por qué se pospone una y otra vez el regreso a la Tierra de Starliner?
La cápsula espacial Starliner despegó el pasado 5 de junio a bordo de un cohete Atlas V para llevar a los astronautas Wilmore y Williams a la Estación Espacial Internacional. La nave llegó al día siguiente, con más de una hora de tardanza, tras sufrir algunos incidentes con los propulsores y fugas de helio.
Estaba previsto que regresaran a la Tierra el 18 de junio, pero una nueva fuga de helio —la quinta desde que iba a despegar— provocó que los ingenieros de la NASA y Boeing replanteasen la situación.
Como decíamos, el pasado viernes la agencia espacial anunció que Starliner deberá quedarse acoplada al puerto delantero del módulo Harmony de la Estación Espacial Internacional unos días más, lo que supone el tercer retraso de la misión de regreso a la Tierra. “Estamos dejando que los datos impulsen nuestra toma de decisiones en relación con la gestión de las pequeñas fugas del sistema de helio y el rendimiento de los propulsores que observamos durante el encuentro y el acoplamiento”, explicaba Stich.
Además de las fugas de helio, de las que se tenía conocimiento incluso antes de que la nave despegase, los problemas a los que se refiere el director del Programa de Tripulación Comercial de la NASA tienen que ver con cinco fallos en sus 28 propulsores de maniobra.
Recordamos que esta misión, cuyo objetivo es demostrar que Starliner es un vehículo seguro para ir y venir a la Estación Espacial Internacional, llevaba meses experimentando demoras en su lanzamiento hasta que por fin pudo despegar de la Tierra.
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