Por: Héctor de la Cruz
Redacción.- No faltaron las coronas de flores, los llantos y el pedido de justicia en el velatorio del policía Omar Pérez Everson, muerto a manos de delincuentes la noche de este lunes en La Ciénaga.
En Capotillo de donde era oriundo el fallecido, familiares y amigos abarrotaron la casa paterna para darle el último adiós.
Las escenas de dolor son visibles entre jóvenes y adultos que aseguran el raso policial Omar Pérez Everson, era un joven ejemplar, amante de la música y buen vecino.
Al expresar el dolor de la familia, un tío quien habló en nombre de todos, aseguró que esperan que la Institución del Orden concluya las investigaciones y sometan a todos los culpables.
Varios comunitarios describieron al occiso como joven ejemplar y una muestra de eso es la cantidad de personas que han acudido a su velatorio.
Algunos residentes aprovecharon para exigir justicia, indicando que el agente policial nunca tuvo problemas con nadie en su comunidad natal Capotillo.
A Pérez le sobrevive un niño de unos ocho meses de nacido. Para el cual los familiares piden una indemnización por parte de la policía.
Otros no podían articular palabras para describir el dolor que los arropaba por la pérdida de a quien ellos describen como un ejemplo de Capotillo.
Debido a la gran cantidad de personas que acudieron a despedirse del fallecido, era casi imposible llegar hasta el ataúd. Al lugar se presentaron varios agentes de la Policía adscritos al Dicrim.
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