Las visitas al cementerio de Los Casabes, en Santo Domingo Norte se han convertido en una tortura para quienes deben sepultar allí a sus parientes, pues la vía que conduce ese campo santo está convertida en un lodazal que ralentiza el tránsito y daños los vehículos.
Tratar de llevar flores a sus seres queridos cuando llueve es casi imposible, así lo afirman residentes en Los Casabes.