El Cairo.– La UNICEF advirtió este domingo sobre la grave situación de desnutrición aguda que se propaga rápidamente en las áreas controladas por el Gobierno internacionalmente reconocido de Yemen, con niveles «extremadamente críticos» en niños menores de cinco años de la costa occidental.
En su informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (en inglés, IPC), UNICEF señaló un aumento del 34% en el número de niños menores de cinco años que sufren desnutrición aguda en estas áreas del oeste de Yemen, lo que afecta a más de 600,000 niños, de los cuales 120,000 están gravemente desnutridos.
Las causas de este incremento son múltiples: brotes de enfermedades como el cólera y el sarampión, alta inseguridad alimentaria, acceso limitado a agua potable segura y un declive económico persistente, señaló el organismo de las Naciones Unidas para la infancia en un comunicado.
Además, el análisis estima que unas 223.000 mujeres embarazadas y lactantes están desnutridas agudamente en 2024, lo que agrava aún más la crisis humanitaria en Yemen.
“El informe confirma una tendencia alarmante de desnutrición aguda en niños en el sur de Yemen”, dijo el representante de UNICEF en el país, Peter Hawkins, quien aclamó por una «ampliación urgente de los esfuerzos para proteger a las mujeres y niños más vulnerables».
En esta línea, el representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Yemen, Pierre Honnorat, aseguró que la organización se ve obligada a «proporcionar raciones de menor tamaño», debido a la falta de apoyo alimentario.
El nivel más severo de desnutrición aguda -la fase 5 del indicador de la IPC- se ha reportado en zonas del sur de Al Hodeida y Taiz, donde la desnutrición en niños ha superado el 30% por primera vez, según el análisis indicado.
Durante los meses de julio a octubre de 2024, se espera que 117 distritos en las áreas controladas por el Gobierno de Yemen experimenten niveles «graves» de desnutrición aguda o peores, con algunos distritos en niveles «extremadamente críticos».
La ONU instó en el comunicado a la comunidad internacional a una acción inmediata para abordar esta crisis, a «trabajar hacia una resolución pacífica» del conflicto que sigue en curso y a «reforzar los sistemas de protección social, salud e higiene del país».
Yemen está inmerso en una guerra desde 2014, cuando los rebeldes hutíes tomaron el control de la capital, Saná, lo que a su vez dio inicio a una intervención militar internacional encabezada por Arabia Saudí.
Eso generó el colapso económico y con ello que el país árabe enfrente una de las tasas de desnutrición más altas del mundo.
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