Por: Ana Paula Gonzales
SANTO DOMINGO NORTE. – En Ciudad Modelo, Santo Domingo Norte, los días transcurren en medio de la frustración y las carencias. Los residentes del Proyecto MIVIVIENDA aseguran enfrentan una lucha diaria que va más allá de simples inconvenientes: la falta de servicios básicos está ahogando su calidad de vida y, pese a las promesas, las soluciones no llegan.
Pero ¿qué desafíos son los que verdaderamente hacen que vivir en este proyecto se convierta en una batalla constante?
Katlyn Rojas es una niña de sexto grado que, a su corta edad, ya ha experimentado la decepción de promesas incumplidas. En octubre pasado, frente a autoridades, expresó su deseo de tener una escuela cercana al Proyecto MIVIVIENDA, donde vive junto a su familia. Un año después, esa solicitud sigue sin respuesta, y la esperanza empieza a desvanecerse.
Su padre, Vladimir Rojas, comparte la frustración. Como muchos otros en esta comunidad en crecimiento, ve cómo la falta de un centro educativo no solo afecta a sus hijos, sino a toda la dinámica familiar. La larga distancia obliga a los padres a reconfigurar sus días, sacrificando tiempo y dinero para garantizar que sus hijos puedan estudiar.
Sin embargo, la falta de una escuela no es el único obstáculo que estos vecinos enfrentan. La desconexión del transporte público es otro golpe a su día a día. Las rutas actuales no llegan hasta las inmediaciones del proyecto, lo que hace que cada salida de casa se convierta en un desafío logístico. Mientras los problemas se amontonan, las soluciones parecen cada vez más lejanas.
Hasta ahora, las autoridades no han dado ninguna respuesta a las demandas de esta comunidad. Sin embargo, los residentes aseguran que no dejarán de luchar hasta que sus voces sean escuchadas y las promesas se transformen en realidades.
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