6 claves para mejorar la rentabilidad en proyectos de construcción

La construcción sigue siendo una de las vías más sólidas para el crecimiento económico, pero no es solo cuestión de diseño o deseo; el verdadero éxito radica en el «cómo» se ejecutan los proyectos. Para garantizar rentabilidad y permanencia en el mercado, Óscar Gómez, ingeniero civil especializado en proyectos de gran escala, propone seis herramientas esenciales que no deben faltar.

1. Un presupuesto detallado
Todo proyecto debe comenzar con un presupuesto que cubra todas las partidas y costos indirectos. Gómez destaca que cualquier partida no contemplada puede convertirse en un gasto adicional, reduciendo las ganancias previstas o incluso convirtiéndose en deuda si se usan fondos propios. En caso de proyectos con el Estado, estas partidas adicionales pueden ser reconocidas hasta un límite porcentual.

2. Un cronograma de trabajo
El tiempo es dinero, y Gómez resalta la importancia de contar con un cronograma claro que permita la ejecución simultánea de tareas. Un cronograma bien elaborado no solo garantiza orden, sino que también reduce retrasos e improvisaciones costosas.

3. Personal calificado
La calidad en la ejecución es clave, y para ello, contar con un equipo capacitado minimiza los errores y, por ende, las pérdidas. Según Gómez, menos errores significan menos dinero perdido.

4. Seguridad en obra
Las medidas de seguridad no deben tomarse a la ligera. La seguridad del personal es prioritaria para evitar accidentes que podrían derivar en demandas legales. Estas medidas deben estar contempladas en el presupuesto y cumplir con las normativas establecidas.

5. Reducción de desperdicios
El correcto manejo y almacenamiento de los materiales puede marcar la diferencia en los márgenes de ganancia. Gómez señala que la correcta planificación en la compra y uso de materiales, como el acero, puede reducir significativamente los desperdicios.

6. Cubicaciones precisas
En proyectos financiados por el Estado, es esencial un registro mensual de los avances para evitar el cúmulo de trabajo y asegurar que cada partida ejecutada esté correctamente medida. Todo lo que se mide, se paga, por lo que es fundamental contar con un equipo especializado en mediciones.