REDACCIÓN INTERNACIONAL.- En un libro póstumo titulado «From Here to the Great Unknown», escrito en colaboración con su hija Riley Keough, Lisa Marie Presley revela detalles íntimos sobre su relación con el rey del pop, Michael Jackson. Estas revelaciones ofrecen una perspectiva poco conocida sobre la dinámica del matrimonio entre ambos, que tuvo lugar en mayo de 1994, apenas unos meses después de que comenzaran a salir.
Jackson confesó ser virgen
Entre las revelaciones más llamativas del libro, Lisa Marie afirma que Michael le confesó que, a los 35 años, seguía siendo virgen al momento de conocerse. Durante una conversación íntima, Michael habría expresado que, aunque había tenido acercamientos con otras figuras como Tatum O’Neal y Brooke Shields, nunca mantuvo una relación física significativa más allá de besos. También relató que Madonna intentó tener algo con él, pero que finalmente nada sucedió.
Lisa revela que su romance con Jackson floreció mientras ella aún estaba casada con su primer esposo, Danny Keough, con quien tiene dos hijos. Según narra, fue durante un viaje a Las Vegas con Michael cuando él le confesó estar completamente enamorado de ella y le propuso matrimonio. Lisa recuerda que inicialmente no respondió, sintiéndose abrumada, pero finalmente aceptó sus sentimientos por el cantante.
«Michael me dijo: ‘Estoy completamente enamorado de ti. Quiero que nos casemos y que tengas mis hijos,» escribe Lisa.
Un matrimonio complicado
A pesar del amor inicial, la relación entre Michael y Lisa estuvo marcada por altibajos, conflictos personales y la creciente presión pública. Lisa se vio involucrada en el escándalo de abuso infantil que rodeó a Michael, un evento que desgastó su matrimonio. Según la biografía escrita por J. Randy Taraborrelli, Lisa trató de apoyar a Jackson durante la crisis, incluso alentándolo a llegar a acuerdos legales con las familias de los denunciantes para evitar más sufrimiento público.
Adicionalmente, la relación se complicó por los presuntos problemas de adicción de Jackson, especialmente durante el auge del escándalo. Lisa presentó la demanda de divorcio en enero de 1996, aunque más adelante confesó que intentó reconciliarse con él.
En su carta, Lisa también reflexiona sobre el conflicto que sentía acerca de su rol en la vida del artista. “Me preocupaba estar causando daño a los miembros de la banda y al propio Michael. Mi salida del matrimonio fue lo mejor para todos,” admite. Estas revelaciones aportan una nueva dimensión sobre la relación entre dos figuras icónicas de la música y el entretenimiento, y muestran la vulnerabilidad detrás de la fama.
Este libro no solo ilumina la complejidad del amor entre ambos, sino que también es un testimonio del impacto de la presión pública sobre la vida personal de los famosos, especialmente en un momento en que Jackson enfrentaba el escrutinio más intenso de su carrera.
