La llegada del 1959 trajo el acenso de la figura que lograría dimensiones continentales y más allá; Fidel Castro, su entrada en la habana marcó la salida del dictador cubano Fulgencio Batista que casi en el mismo momento partía hacia Republica Dominicana lleno de familiares y amigos íntimos a quien el dictador dominicano “su supuesto amigo” lo dejo volando en la aeronave que andaba hasta que se pusieran de acuerdo con el dinero que Fulgencio debía entregarle a Trujillo por su estancia en el país (supuestamente 4 millones de dólares) Una vez acordado el teórico pago la nave aterrizo, fueron hospedados en el hotel jaragua y uno de sus hijos fue registrado en el exclusivo colegio de Lasalle. Era un colegio conocido en cuba en el cual se recuerda había estudiado Fidel Castro.
Lo conocí en el tercer curso de bachillerato, entablamos amistad como estudiantes cualesquiera. Vino con unas hermosas chicas de apellido Marturé. En el colegio causaban furor cuando ellas iban a buscar por casualidad al muchacho.
Una tarde inventamos una gira a Boca Chica a donde fuimos algunos compañeros de curso además de las chicas Marturé. Al regresar de la isla “la matica” encontramos que la playa estaba rodeada de militares con armas largas. Al poco tiempo supimos que Fulgencio Batista “El Hombre” como le llamaban en su amada cuba se encontraba en la misma. Nos hicieron pasar al balcón del hotel la hamaca de entonces, y allí conocí a Batista, de facciones determinadamente indígenas poco comunes en el país.
Nos invitó a beber unas limonadas y comentaba con nostalgia que los atardeceres de Boca Chica les recordaban a los de su país especialmente a los de su villa en kuquinè. Allí se encontraba con su esposa Martha Fernández y un guarda espaldas que luego supe que era un asesino del régimen de seudónimo “Boca Negra”.
Estuvieron viviendo unos meses aquí y luego se fueron para la ciudad veraniega de Estoril (Portugal) y por ultimo a Marbella (España) en donde fueron recibidos con honores. Nos hicimos amigos Jorge “el hijo del hombre” (como le decían en cuba) y yo, salíamos de vez en cuando en mi carro, que recuerdo que para aquel entonces tenía 15 o 16 años ya que él había nacido en el mismo año que yo: 1942. Lo último que supe de Jorge es que radica en lima rodeado de perros y con una vista esplendorosa del mar de donde reside.
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