Imagínese sumergido en la España del Quijote del siglo 17 que con gran maestría describe Miguel de Cervantes, o figurarse en la Francia revolucionaria de finales del 18, o en la lucha independentista dominicana y también en la posterior Restauración, podemos estar en Macondo y hasta en el infierno de Dante o en la historia de Romeo y Julieta; todo eso se puede lograr con una historia bien narrada y plasmada en un libro.
La lectura te transporta e incentiva a la imaginación y tener una feria internacional bien organizada donde el libro es el protagonista, es un lujo para el cerebro, un deleite para el intelecto.
Los libros no muerden y donde abundan prevalece el humanismo y la cultura; tal y como dice una frase «Feliz aquella sociedad donde el que no lee es porque que no quiere, pero nunca deja de hacerlo por la falta de libros».
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