Santo Domingo.- Al cumplirse este lunes un año de las inundaciones que dejaron al menos 30 víctimas mortales, residentes cuyas viviendas resultaron afectadas aún no se recuperan de lo ocurrido.
Al recordar las intensas lluvias del pasado 18 de noviembre, la tristeza embarga a quienes perdieron sus pocas pertenencias.
Por las inundaciones de noviembre, algunos residentes en Arroyo Bonito y otros barrios de Manoguayabo en Santo Oeste, se vieron obligados a abandonar sus viviendas.
Piden a las autoridades culminar los trabajos de saneamiento de la cañada que atraviesa el sector.
De las 30 víctimas mortales por las fuertes lluvias del año pasado, cuatro se registraron en esta zona y unas nueve al caer una pared lateral del desnivel de la avenida 27 de Febrero. El resto se produjo en distintas provincias del país.
Muchas de estas familias expresaron que debido a su situación económica aún no han podido comprar algunos de los electrodomésticos que perdieron en las inundaciones.
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