El PRM hasta ahora ha tenido sólo dos líderes, Luis Abinader que recibió en el antiguo partido de su padre a quienes migraron del PRD, y el expresidente Mejía quien llevó consigo a su contingente de activistas y simpatizantes. El martes decía que están desbocadas las prematuras y extemporáneas ambiciones por la presidencia para 2028, lo que lesiona al Gobierno, pues faltan tres años y siete meses. El presidente debe escoger un delfín, o macanear a quienes lucen mareados por su mandito, carentes de posibilidad de ser candidatos y mucho menos presidentes. Por ejemplo, ¿es normal que una entidad reguladora como el INDOTEL contrate mediante procedimiento de excepción a una agencia extranjera especializada en consultoría política y campaña electoral? ¿Usar fondos públicos para ambiciones partidistas particulares? ¡Esta historia sí está cambiando! No es el primer ruido innecesario del mismo origen, pero igual pasa en otras dependencias cuyos responsables afanan por sustituir al presidente como si fuera noviembre de 2027. Quienes más maquinan son quienes menos popularidad o simpatías concitan, distinto a Raquel Peña, Carolina y David, excelentes los tres, únicos con suficiencia para preservar la unidad del PRM, ser electos y evitar carreritas como las de exfuncionarios del PLD. Ojalá Luis se sacuda la polilla y la carcoma.
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