Fe y Vida: “El Amor”

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Dijo una vez la Madre Teresa de Calcuta “Que había más hambre en el mundo por falta de amor que por falta de pan”

Antes de continuar hablando del amor tenemos que saber cuál es la definición de esta palabra, y no me refiero al amor del que tanto se habla hoy día en la calle, me refiero al verdadero amor, al amor de los unos por los otros, al amor del cual está falto el mundo el día de hoy. Hoy día se tiene más por el dinero, por la vivienda, por el trabajo, por el automóvil, por las diversiones o el sexo que por las personas.

La palabra amor en el contexto filosófico es una virtud que representa todo el afecto, la bondad y la compasión del ser humano. También se puede describir como acciones dirigidas hacia otros y basadas en la compasión, o bien como acciones dirigidas hacia otros y basadas en la compasión, o bien como acciones dirigidas hacia otros basadas en el afecto.

Cuentan que una vez un hombre murió y cuando llego al cielo San Pedro le dijo: Aquí para entrar hay que haber hecho algunas obras buenas, y el hombre le dijo: Bueno, yo le di a una vez diez pesos a una señora pobre que estaba pidiendo. El Señor que estaba escuchando a aquel hombre hablar le dijo a San Pedro: Devuélvele a este señor sus diez pesos y mándalo al infierno. Mis amigos, pensemos siempre que de buenos intencionados está lleno el infierno, personas que pensaron hacer el bien y nunca lo hicieron.

Recordemos siempre que los objetos fueron hechos para ser usados. Las personas fueron hechas para ser amadas. El mundo está mal porque se usan las personas y se aman los objetos.

No es amor solamente el dar dinero, eso piensan algunos, pero a lo mejor no lo tenemos, y él poco que tenemos solo nos alcanza para cubrir nuestras necesidades, se da amor a nuestros semejantes cuando nos damos nosotros mismos, cuando damos el poco tiempo que tenemos, cuando damos nuestro hombro para que otros puedan llorar, cuando escuchamos el dolor de otros, cuando damos un consejo, y así muchas otras cosas más.

Un gran ejemplo del verdadero amor nos lo dio la Madre Teresa de Calcuta. No importa que fe practiquemos, no podemos tapar el sol con un dedo, no podemos decir que ella no practico el verdadero amor, un amor puro por los más necesitados, por los más pobres y enfermos.

Aprendamos a través de su ejemplo, demos al mundo el verdadero amor del cual está tan necesitado. Recordemos siempre que el mundo se puede cambiar, lo primero que hay que hacer es cambiar nosotros.

Termino con este pedazo de la 1ra. Carta de San Juan, Capitulo 4, Versículos 8 y dice así: “El que no ama, no ha conocido a Dios, pues Dios es amor”.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.