SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Durante años en el barrio Capotillo, ubicado en la zona Norte del Distrito Nacional, ha primado la pobreza y carencia de servicios públicos. Además el sector ha sido escenario de protestas que le han ganado el calificativo de Barrio vulnerable.
La principal problemática que aqueja a los residentes del sector es la falta de energía eléctrica y según ellos es la causa por la que cada mes salen a las calles en busca de una solución.
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En estos enfrentamientos protagonizados por moradores y policías, decenas de personas, incluyendo niños, han perdido la vida y otros han resultado heridos a causa de la quemas de neumáticos, bombas lacrimógenas y disparos.
Actualmente en el sector del Capotillo, hay un descontrol, casas que penetran incluso los disparos porque son casas de zinc.
A esas demandas se suman la escasez de centros de salud, de empleos, de clubes deportivos y de escuelas, lo que empuja a los más jóvenes a cometer actos delictivos.
La venta de drogas, atracos y robos a mano armada son cometidos en su mayoría por jóvenes y menores de edad quienes no tienen noción del peligro y terminan muertos o en una de las cárceles del país.
Los embarazos en menores, incluso hasta de 13 años, es otro flagelo que provoca el aumento de la pobreza y el incremento desorganizado de esta populosa barriada.
Y es que Capotillo cuenta con más de 90 mil habitantes en un espacio territorial de un kilómetro cuadrado y medio. Allí unas 87 familias viven a orillas del contaminado río Isabela, que es la zona más vulnerable, donde se respira un aire infectado por las emanaciones de las aguas residuales.
La contaminación sonora también está latente en Capotillo y los residentes se quejan de que los tres destacamentos policiales no hacen nada para mantener el orden.
Por todas estas quejas y problemáticas es que Capotillo ha ocupado uno de los primeros lugares en los medios de comunicación y es considerado uno de los barrios más vulnerables del Gran Santo Domingo.
En la segunda parte y final de este material veremos cómo ante la falta de intervención de las autoridades líderes comunitarios toman cartas para mejorar la calidad de vida de sus residentes.