Barack Obama promete decretos si el Congreso de EE.UU. no actúa

Obama, en el comienzo de su quinto año en la Casa Blanca, describió esta semana su programa para el resto de su mandato durante su discurso anual ante el Congreso, donde la oposición republicana tiene mayoría en la Cámara baja.

«De ninguna manera mis expectativas han disminuido ni mis ambiciones han mermado», dijo Obama en una entrevista exclusiva que CNN difundirá hoy y de la cual la cadena adelantó algunos segmentos.

«Es obvio que tenemos, en este momento, un Gobierno dividido», añadió el presidente.

«Los republicanos en la Cámara de Representantes han tenido dificultades para unirse en torno a cualquier programa, y más aún en torno al mío -continuó-. En ese contexto no quiero que la ciudadanía crea que la única forma de hacer cambios es mediante la legislación».

«Hay algunos asuntos en los cuales será difícil que los republicanos avancen, y seguiré buscando su cooperación. Les digo que aquí están mis ideas y quiero escuchar las suyas», añadió

«Pero, tal como dije en el discurso ante el Congreso, no puedo esperar. Y, más importante aún, los estadounidenses no pueden esperar», advirtió el mandatario.

De hecho, Obama ya ha emprendido algunas acciones por decreto presidencial dentro de las atribuciones constitucionales, como un programa por el cual las compañías más grandes del país se comprometen a incrementar la contratación de personas que han estado desempleadas por mucho tiempo.

Obama anunció una docena de áreas en las cuales emprenderá acciones similares, incluido el aumento del sueldo mínimo para los empleados del Gobierno Federal, y la creación de un nuevo tipo de cuenta de ahorros para la jubilación para trabajadores con ingresos bajos.

«Sin duda tenemos la autoridad (para emitir decretos) bajo la ley», señaló Obama. «Y no voy a andar pidiendo perdón por decir que si puedo ayudar a que las familias de clase media y a quienes trabajan duro para llegar a clase media mejoren un poco su situación, lo haré», agregó.

Según CNN, un área en la cual el presidente Obama expresó que cree que puede obtener la cooperación de los republicanos es la reforma del sistema de inmigración.

La disputa mayor entre los demócratas y los republicanos es si a los aproximadamente once millones de inmigrantes indocumentados que ya están en el país, luego de que se legalice su situación se les permitirá que adquieran la ciudadanía estadounidense.