VIENA.– La ONU recordó hoy en Viena que las drogas suponen una amenaza internacional que mueven 320.000 millones de dólares al año, con un mercado que no se ha reducido en los últimos cinco años, y abogó por el respeto a los derechos humanos y por estar abiertos a «ideas innovadoras y nuevas perspectivas».
«El narcotráfico es un negocio multimillonario que alimenta las redes criminales hasta un punto que no podemos comprender bien hasta ahora. Las drogas ilegales generan alrededor de 320.000 millones de dólares anuales, y esto es una cifra a la baja», declaró hoy el subsecretario general de la ONU Jan Eliasson.
Eliasson intervino en la apertura hoy de una reunión en Viena de la Comisión de Narcóticos de Naciones Unidas, en la que más de 120 países revisan la situación del problema mundial de las drogas.
El subsecretario general destacó que el narcotráfico socava el imperio de la ley y genera corrupción, lo que a su vez tiene un impacto negativo sobre el desarrollo.
«Las drogas ilícitas y el narcotráfico afecta de forma desproporcionada a los más pobres y vulnerables», recalcó, y solicitó que en la lucha contra las drogas el respeto a los derechos humanos debe de ser un principio fundamental.
Eliasson también indicó que se deben considerar alternativas al encarcelamiento de los consumidores de drogas, y recordó que los «verdaderos criminales son los narcotraficantes».
Y en el debate sobre el futuro, el responsable de la ONU aseguró que «no hay que asustarse por tratar con ideas y perspectivas innovadoras», aunque subrayó que las actuales convenciones internacionales deben de ser la base para cualquier práctica.
En su turno de palabra, el director Ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), el ruso Yuri Fedotov, indicó que las drogas suponen una gran amenaza para la salud de las personas y para el desarrollo de numerosos países.
El responsable de ONUDD reconoció que «la magnitud general de la demanda de drogas no ha cambiado sustancialmente a nivel mundial», lo que contrasta con los objetivos fijados en 2009 de eliminarla o reducirla de forma significativa hasta el año 2019.
Así, la caída del consumo de drogas en algunas regiones se ha visto compensada con un aumento en otras, lamentó Fedotov.
Entre los éxitos de los últimos años, el responsable de la ONUDD aseguró que en el mercado de la cocaína había caído y los plantíos de hoja de coca descendieron un 26 % entre 2007 y 2011.
En el apartado de los «reveses» destacó el empeoramiento de la situación en Afganistán, con una cosecha sin precedentes de adormidera en 2013, de 209.000 hectáreas.
Fedotov también destacó el «dramático» aumento de la violencia en América Central y subrayó: «debemos hacer lo que podamos para hacer frente a este problema de forma urgente».
Al igual que Eliasson, Fedotov postuló por un enfoque que aborde el problema de las drogas como un problema de salud pública, y no simplemente criminal, y alentó a considerar «alternativas a la penalización y el encarcelamiento».
Además, indicó que la pena de muerte aplicada en delitos no violentos vinculados con las drogas no está en el espíritu de las normativa internacional.
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