La reiterada afirmación del cubano americano Pitbull referida a la realidad de unir ritmos y valores jóvenes (fusiones), porque se pueden entender, de diferentes locaciones y países es quizás uno de los aspectos más positivos de este Casandra.
Lo dijo y René supo interpretarla en su producción, lo mejor de lo urbano estaba allí liderados por un Vakero, Milka, Mozart La Para, Villano San, Sensato, Poeta Callejero su elegancia en el vestuario nos dijo a todos que su música puede lograr formas distintas cuando sus liricas traiga lo sano, limpio y puro que tiene que ser nuestra juventud.
Ahí estaban los mejores contaminados o no y ustedes supieron junto a otros, en el que me incluyo, doblarle el brazo a los cronistas que no creían que esto podía tener un lugar en sus premios.
Muy acertada la eliminación de la clásica “otra vez, otra vez el Casandra…”, muy acertada porque no volvió hacer el Casandra de ayer. En la alfombra roja a nuestro juicio el joven Albert Mena agradable, seguro, compartiendo el ayer en contraste al hoy del espectáculo que se ofreció de forma sencilla por Prince y Vicente.
Todavía tenemos en Fernando Casado a alguien que supo defender en el 65 la dignidad de la patria y hoy más de 40 años después defiende la letra y la música nuestra. Qué hermoso es reconocer a quien lo descubrieron y lo lanzaron.
Ahí estaba al creador del merengue electrónico (Mafio) que no quieren reconoce, el verdadero creador del merengue de calle que el cubano lo presento. Se noto en demasía la presencia de la juventud y es que la pava no pone donde ponía.
Espero que hoy los que me adversaban entienda por que defendí a esa generación tan valiosa y porque combato a la que está contaminado. La seguridad con que actúan los ya famosos Pepes con un dominio de las tablas de un Vakero junto a la lozanía de La Para y la hermosura de La Más Dura. Reconociendo la pegada de temas Rene los puso cambiando sus letras “El Sapito” y “Paque te de”.
Siempre lo nuevo tiene que empujar para poder entrar. Si no las abren hay que romperlas. Los cierto es que el Casandra ya no cabe en el Teatro Nacional necesita otro espacio y en la medida que esto se logre su internalización será mayor porque aquí hay talento demás. Deslucida la tan anunciada presentación de nuestro Juan Luis Guerra y la Vieja Fefa por defecto técnico. Le resto a su presencia.
La generación de ayer tiene que abrirle paso a la de hoy y prepararse para que siempre exista y no muera.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email