SANTO DOMINGO, República Dominicana.– La Casa Rosada es un hogar donde 32 niños, niñas y adolescentes con VIH-SIDA encuentran no sólo la atención médica que requiere su condición sino además el amor que no puede faltar a su edad. Para esta labor, recibe ayuda de diversas organizaciones y personas, sin embargo, estos no son suficientes.
La Casa Rosada es un hogar donde 32 niños, niñas y adolescentes con VIH-SIDA encuentran no sólo la atención médica que requiere su condición sino además el amor que no puede faltar a su edad. Para esta labor, recibe ayuda de diversas organizaciones y personas, sin embargo, estos no son suficientes.
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En la casa conviven 14 varones y 18 hembras entre ellos recién nacidos y hasta de 23 años; en su mayoría son abandonados desde que nacen en los hospitales por sus propios padres.
La mayoría de los primeros niños que están son huérfanos porque sus padres murieron porque no pudieron tener acceso a estos medicamentos. Los últimos que van entrando tienen padres, hay dos casos de niños que tienen sus padres pero sus madres murieron y otros que lo trae Conani.
Las atenciones que ofrece a estas personas la Casa Rosada son de educación escolar, psicología, salud y orientación; con esta última se busca lograr que a pesar de tener el VIH-SIDA, no se sientan al menos ante los demás, ya que ellos no pidieron nacer con la enfermedad.
El hogar que cuenta con 40 empleados recibe 125 mil pesos mensuales del Consejo Nacional Para la Niñez y la colaboración de manos caritativas, pero opera con un déficit de 150 mil pesos.
Con este proyecto queda plasmado el sueño de una niña llamada Mariloli, que residía en esta casa desde su inicio en 1993 cuando funcionaba en el mismo sector en esta actualmente en Los Tres Brazos, pero en otro local.