SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Como si no fuera suficiente con los trastornos que confrontamos en el país por la incidencia de la chikungunya, otro mosquito, que no es precisamente el Aedes aegypti, amenaza con picarnos de mala manera.
La picadura proviene ahora del anuncio de que el aumento del peaje va, lo que ha desatado los demonios entre choferes y transportistas, que desde ya anuncian alzas en el precio del peaje.
Como se advirtió en la ocasión anterior en que el aumento estaba en marcha hasta que se suspendió, luego de encendidas protestas, un incremento del peaje tiene múltiples implicaciones y un impacto directo en el costo de la canasta familiar.
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Esas consecuencias la conocen muy bien las autoridades y a pesar de ello han vuelto a remover un expediente que se creía definitivamente descartado y que, además de descontento en la población, provoca un ruido que afecta la imagen del gobierno.
Aunque no se ha hablado claramente sobre las razones que han llevado a retomar este espinoso tema, entre bastidores se comenta que podría ser la falta de dinero en las arcas oficiales, como quedó de manifiesto con la suspensión del proyecto de la carretera Cibao-Sur.
En medio de esta picadura se ha dicho, a manera de un bálsamo, que esta vez el aumento del pasaje no sería de 100 pesos, lo que no ha impedido que los transportistas peguen el grito al cielo.
En realidad, quienes más deberían de estar preocupados no son los choferes sino los usuarios, ya que los transportistas lo que hacen es transferir a los pasajeros y a la carga que transportan, el dinero extra que deberán pagar cuando entre en vigor la medida.
Esto último tiene a su vez un efecto dominó perjudicial, principalmente en el precio final de los productos de primera necesidad, en su mayoría proveniente de la agropecuaria.
Cuando se habla de algo tan sensible que afecta directamente al estómago y la alimentación de la gente, la experiencia nos recuerda que esto también es un detonante o caldo de cultivo para protestas y estallidos sociales.
¿Contará nuevamente el país con la intervención salvadora del presidente Medina para preservar la preciada paz social que disfrutamos, pese a nuestros problemas cotidianos? Esperemos que sì.