SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Con la conversión de Loma Miranda en Parque Nacional, Cristina Lizardo, la primera mujer que preside el Senado en toda su historia, inició su gestión tratando de imprimir un sello diferente a ese hemiciclo ocupado en su mayoría por hombres.
La del miércoles 27 de agosto será una tarde que posiblemente no olvidará la senadora de la provincia Santo Domingo y ahora presidenta de la Cámara Alta, Cristina Lizardo.
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Profesora de formación y política por vocación y convicción, esta legisladora tiene en su haber una larga trayectoria en el Partido de la Liberación Dominicana, donde además es miembro del Comité Político, su máximo organismo de dirección.
Le toca en estas lides ocupar el asiento que por ocho años acogió a su colega y secretario general del partido oficialista, senador del Distrito y ahora precandidato presidencial, Reinaldo Pared Pérez.
La primera prueba de fuego fue dirigir una sesión, maratónica por demás, en la que la conversión de Loma Miranda en Parque Nacional heredó por azar su administración dado que el tema perimió en la pasada legislatura y reintroducido por los diputados.
Resistencia de sus pares, también hubo de sortear este día, al someter a su consideración el cambio de los horarios de las sesiones que actualmente son los miércoles. A saber, para los martes a las 4:00 de la tarde, y miércoles y jueves a las 10 de la mañana.
Por lo pronto, en las últimas dos semanas de su toma de posesión, al encabezar la Comisión Coordinadora y del Bufete Directivo, ya logró conformar las 29 comisiones permanentes de trabajo.
¿Pero Doña Cristina, como le llaman sus más cercanos, no está sola en los desafíos que ahora tiene, porque, amén de los afectos y cercanía de su antecesor, entre otros, le acompaña el apoyo de su hermano y ministro de Hacienda, Simón Lizardo, y de su jefe político, el presidente Danilo Medina.
¿Otro estilo que Cristina Lizardo quiere imprimir en su paso por la presidencia de la Cámara Alta y de la Asamblea Nacional es no ofrecer declaraciones en los pasillos del Congreso Nacional sino en su despacho o en la Sala de Prensa.