Los Toros de la Virgen; Higüey celebra sus fiestas patronales

Los Toros de la Virgen y los jóvenes

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HIGÜEY, República Dominicana.- Mientras que este 15 de Agosto se conmemora el aniversario de la primera coronación de la Virgen de la Altagracia como Madre Espiritual y Protectora del Pueblo Dominicano que fue en 1922 en la Puerta del Conde; Los próximos días 14 y 15 de Agosto, Higüey celebra sus segundas fiestas patronales del año.

Se recuerda que las primeras son los 21 de Enero, cuando fue librada la Batalla de la Limonade en 1691, pero ese es tema de otro artículo.

Las del octavo mes del año recuerdan acontecimientos muy interesantes que los pasaditos de 40 años de edad, como yo, llevamos en lugares muy profundos de nuestros corazones porque se constituían en verdaderos acontecimientos propicios para estrenar ropas nuevas.

El Parque Central 16 de Agosto, por supuesto, era el punto obligado para que la muchachada coincidiera durante sus paseos, en un ir y venir en torno a la glorieta de estilo victoriano.

Las corridas de sacos, el palo encebao, el ensarte de argollas, las presentaciones de orquestas y solistas populares se alternaban con otras opciones como disfrutar de los helados Frigor, de buñuelos o jalea en la cafetería Tatá o ir a El Oriente, al Teatro Payán o al Cine de RH.

Pero en fin, son los 14 de Agosto cuando desde tiempos inmemoriales, ganaderos de toda la Región Este donan voluntariamente miles de terneros a la Santa Madre, con mayor veneración en Higüey, la Virgen de la Altagracia.

Cuenta la leyenda que durante la época se desató una peste que amenazó con desaparecer el ganado, medio de sustento de siglos para una zona hatera como esa, y uno o varios hacendados imploraron a María Santísima para que impidiera la debacle.

Al producirse lo que consideraron un milagro, o sea, se esfumó la plaga de las fincas, los campesinos prometieron que como gesto de agradecimiento y ofrenda a la Virgen llevarían en peregrinación, a caballos, todos los 14 de Agosto, un becerro a su templo de Higüey.

Esa tradición, que recordemos, se mantiene invariablemente con el paso de los años y hasta constituye un elemento más dentro de los atractivos turísticos que posee la Provincia La Altagracia.

Como se ve, es «Tatica» la Gran Madre quien motiva estas festividades que, aunque suelen ser muy concurridas, muchos desconocen sus orígenes o lo olvidan y es bueno conservarlos para perpetuarlos en las vivencias de nuestros sucesores, porque son de las cosas hermosas que no debemos perder ante tantos antivalores.