SANTO DOMINGO, República Dominicana.– La mayoría de las personas que resultan quemadas por la electricidad y que muchas veces mueren, es como resultado del robo de energía. Sin embargo, estas muertes se pueden evitar, de aplicarse medidas y educar a la población.
Un camión sin señalización de las EDES, una brigada sin uniformes. La escena fue captada esta semana en Peralta de Azua, a todas luces una conexión ilegal.
José Rosario adquirió el servicio prepago en el sector Los Manguitos, una modalidad que les permite controlar la energía que consume, y al mismo tiempo contar con el suministro constante.
Según la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), unos 20 mil clientes ya forman parte del modelo prepago, otros 243 mil han sido regularizados.
A juicio de especialistas, es importante que las autoridades establezcan mecanismos que no sólo contribuyan a evitar el robo de energía, sino que también garanticen la integridad física de las personas.
Cada vez más, las autoridades se enfrentan a la creatividad de los que realizan los enganches ilegales. Aún así, la Procuraduría General adjunta para el Sistema Eléctrico cuenta con condenas en 2014.
Las altas estadísticas de muertes por electrocución en el país, debe llamar a la reflexión de la ciudadanía y tomar en cuenta que realizar conexiones ilegales puede dejar con lesiones permanente o acabar con su vida.