Este fin de semana, en “Casa del Carajo” (el espacio más gozón de la provincia Monte Plata, donde cada vez que pueden me visitan Baco y Dionisio), después de gozarla durante todas sus canciones, sumergiéndome con intransigente placer en su límpida y poderosa voz; en sus matices insólitos y en su pasión desgranada en cada verso, quedé definitivamente convencido de que entre lo mejor que le ha regalado al mundo Puerto Rico (la isla luz de Betances, Albizu Campos, Lolita Lebrón, Rafael Hernández y Pedro Flores, a quienes ella rinde permanente homenaje) está Lucecita Benítez…(¡Qué soberbia calidad, carajo!).
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