Cápsula cultural, para poner las cosas en su lugar: Un presidente de república es simplemente un empleado del Estado al que se contrata por un tiempo determinado. Puede ser contratado por voluntad libérrima de ambas partes, y aun así perder la legitimidad (por los actos del contratado). Pero una cosa es un presidente de república y otra un estadista (que no necesariamente tiene que ser presidente de república). El estadista protagoniza saltos de calidad en la historia; deviene en paradigma; hace Nación, Estado, bienestar perdurable, y trasciende el interés personal para hacerse, con sus aportes, esencia del interés general.
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