Voceros del PRM en la prensa, tan “bocinas” de intereses particulares como sus colegas de distinta orientación partidista, insisten absurdamente que el PLD quiere una JCE “mediatizada, parcializada, para quedarse en el poder”.
Ninguna junta desde 1963 ha podido impedir que el pueblo mande a su casa a los gobernantes que no quiere, como a Balaguer en 1978, Majluta en 1986 por el desgaste del PRD, Hipólito en 2004 pese a todos sus amarres… Y no son esos los únicos casos de alternancia en medio siglo de votaciones.
La gritadera y disconformidad perremeísta son más un reflejo de la falta de ideas y de garra de la oposición que de alguna conspiración peledeísta para cooptar malamente la JCE.
Desde ya están asustados con una eventual repostulación del presidente Medina, la cual sería posible sólo si la oposición sigue galloloqueando sin concitar suficiente entusiasmo y credibilidad para cumplir su rol político.
Los ciudadanos propuestos para la JCE son tan honorables e idóneos como pudiera aspirar el más exigente. ¡Cuánto gadejo del PRM!
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