Como es de conocimiento colectivo, la huelga del pasado lunes fue un éxito, sólo en cuestiones de que el país detuviera sus actividades por 24 horas. Después de eso, nada más que buscar ni esperar. De hecho, ya lo dijo el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, de que es prácticamente “imposible” para el gobierno atender las demandas que hacen los diferentes sectores.
Los reclamos y demandas de esa huelga, apoyada por muchos sectores de la sociedad civil, política y económica, son de gran necesidad para todos, pero ha sido una huelga carente de conquistas. No importa quién diga lo contrario. Huelga apoyada por todos, pero no, bien organizada ni orquestada. Los dominicanos, como a los políticos, han perdido el respeto y el apoyo a las manifestaciones de huelga que se vienen sucediendo en el país. Algunos lo atribuyen a que la mayoría de las paralizaciones están respaldadas por el partido de la oposición, o por grupos económicos y que está organizada por dirigentes que no representan el sentir ni la gente del pueblo, y responden más a lineamientos partidistas por conveniencia.
Somos una sociedad muy dividida en grupos, pero éstos grupos no ejercen una gran fuerza movilizadora que haga que el gobierno de turno, tome en cuenta o promulgue cambios a raíz de ciertos reclamos nacionales, debido a una falta de coordinación y un clientelismo rampante a gran escala, que nos afecta a todos, cada vez que dentro de nuestros derechos como ciudadanos salimos a las calles a exigir cambios merecidos. Pero ni este gobierno ni ninguno hace caso a nuestras demandas por lo anteriormente descrito.
En ese sentido, el ministro Montás reconoció “el derecho que tienen esos grupos a protestar en contra de la política económica del gobierno, pero recordó que se trata de situaciones que no dependen directamente de la política económica que implementa esta administración, sino de problemas como las alzas del petróleo”.
Ahora la excusa para no solucionar los grandes males que nos aquejan y por los cuales salimos a reclamar, es la situación externa de los mercados. No digo que esto no afecte, pero es que llevamos un tiempo de esta manera, mientras el gobierno central sigue con sus mismos dispendios en nómina pública, presupuestos de ministerios, préstamos por doquier y otros menesteres pueriles.
Es necesario seguir reclamando mejoras para el país y la sociedad. Estos movimientos deben estar basados en una organización equilibrada y sus movimientos bien orquestados. Urge que la población vuelva a creer en las huelgas, las apoye y se movilice, que es lo que nos hace falta, para que algún día, el gobierno sea este u otro, nos haga caso y transforme sus medidas. No basta con salir y reclamar al viento, queremos conquistas concretas, que nuestras demandas sean escuchadas y resueltas para mejorar el nivel de vida de los dominicanos, por eso tenemos que organizarnos mejor y provocar esos cambios.
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