SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Como si se tratase de un cáncer que poco a poco va carcomiendo… Los constantes hechos dolosos en cooperativas de instituciones públicas han dejado a algunas en estado de coma, mientras que otras no han sobrevivido al tumor maligno de la corrupción.
Desfalcos, estafas, abuso de confianza, quiebras fraudulentas, enriquecimiento ilícito, y secuestro por parte de los directivos entre otras, se convierten en un nido de irregularidades que afectan a estas entidades financieras, sin que hayan consecuencias judiciales en contra de los infractores.
Las cooperativas de tres ayuntamientos, cerradas, en quiebra o enfrascadas en un tranque en perjuicio de sus socios.
La fortaleza del sistema cooperativista nacional, según personas asociadas al sector, iniciará con la aprobación del anteproyecto de ley de cooperativas que desde el año pasado espera su aprobación en el Congreso.
Este establece claramente un régimen de consecuencias para quienes manchen los estatutos cooperativistas.
Con esto romperíamos con la buena racha que desde casi seis décadas han tenido quienes van a estas entidades a llenarse los bolsillos de forma ilícita, sin ser sancionados legalmente.