REDACCIÓN.- Esta semana un tribunal de Indonesia ha condenado a Fidelis Arie Sudewarto a ocho meses de prisión y le ha impuesto una multa de 1.000 millones de rupias (75.000 dólares) por haber cultivado marihuana para aligerar los sufrimientos de su esposa enferma terminal de cáncer, informa Reuters. La mujer murió poco después de la detención de su marido.
Los defensores de los derechos humanos critican la decisión de las autoridades porque consideran que se trataba de una situación crítica. «Cultivó la planta ilegal por amor a su esposa. No debería ser encarcelado por querer a su esposa», ha declarado a la agencia Andreas Harsono, un activista indonesio de derechos humanos.
La legislación antidroga de Indonesia es una de las más duras del mundo, y recientemente el presidente Joko Widodo dio carta blanca a la Policía para matar a los traficantes como solución al acuciante problema del narcotráfico en el país. La decisión ha sido duramente criticada por defensores de los derechos humanos y varios Gobiernos extranjeros.
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