En las actividades políticas y gubernamentales, hay personas que aun en medio del mar de problemas, tentaciones y lluvia de antivalores, no pierden la meta. Se concentran en cumplir su misión, inspirando respeto y credibilidad. José Ramón Peralta, Ministro Administrativo de la Presidencia, es uno de ellos. Cercano colaborador del Presidente de la República, Danilo Medina, a diferencia de otros que actúan con prepotencia, proyecta sencillez, espontaneidad y eficiencia en sus acciones.
Estudió Administración de Empresas y hace mas de treinta años, fundó con su padre una empresa dedicada al procesamiento del ajo y otros condimentos. Con ella, trabajando muy duro, hicieron fortuna, fomentaron el agro, abrieron fuentes de trabajo en la comunidad, educaron sus hijos y nietos y estos, las han ampliado y diversificado, formando otras empresas ligadas al sector agroindustrial.
José Ramón, además, ha sido miembro de consejos directivos de bancos, de la asociación de industrias, de la Cámara Americana, de la Junta Agro- empresarial Dominicana, etc. Con estas experiencias gerenciales, decidió incursionar en política. Ingresó al PLD. Discípulo de Danilo, ha ido escalando. Hoy es Ministro Administrativo.
Sabemos que los políticos viven estudiando la sociedad, lo que puede ayudar o perjudicar en un momento dado, y hasta la retuercen a conveniencia. La oposición sabe que José Ramón es un pilar firme y valioso en el gobierno. Debilitarlo es afectar al Presidente Medina. Una forma de hacerlo es disparándole donde mas le duela: acusarlo de aprovechar el poder para beneficiar los negocios de su familia en la agropecuaria. Parecería que el PRM le encomendó esa misión a Leonardo Faña.
¿Quién es Leonardo Faña? Fue Sub Secretario de Agricultura en una época que predominaban los contrabandos de productos importados por la frontera, sin que las autoridades de entonces lograran establecer mecanismos para controlarlos; contrabandos que llevaron a la quiebra productores criollos. Actualmente, es Presidente del Frente Agropecuario del PRM.
Faña ha afectado la tranquilidad del ministro Peralta y su familia, acusándolo de presuntos actos delictivos en sus negocios agropecuarios; el mismo ministro ha respondido a esas acusaciones sometiéndolo a la justicia por presunta difamación e injuria. Faña, por su parte, reflejó debilidad en sus argumentos al asistir a la audiencia, acompañado por una turba que vociferaba insultos contra el funcionario palaciego. Comportamiento propio de politiqueros de baja ralea y que hieren los sentimientos de la familia afectada y de sus hijos. Esta acción trajo a mi mente lo que me dijo un amigo “en la política criolla todo se vale y Peralta carece de un ingrediente: tigueraje, lo que a otros le sobra”
De las actitudes y acciones del ministro Peralta se deduce, que si bien es cierto que algunas personas entran a la política para ocupar un cargo, enriquecerse y sacar lo suyo sin hacer nada por el pueblo; en otros casos, se puede llegar a la política siendo ya rico y exitoso, con la intención de ayudar la población, aun corriendo el riesgo de despertar celos y malquerencias.
El hecho de que haya delegado el manejo de sus empresas en su esposa e hijos para dedicarse a trabajar por el pueblo desde otro escenario, no significa que estas empresas se estancarían ni dejarían de competir legalmente en sus áreas, como siempre lo han hecho.
Por otro lado, conociendo del coraje y dignidad de su padre, Don José, quien estuvo encarcelado por defender la Soberanía Nacional y quien con mucho sacrificio, levantó sus empresas y familia, es inconcebible pensar que su hijo primogénito, José Ramón, haya tenido la intención de perjudicar productores criollos o al gobierno, para sacar unos beneficios que no necesita para vivir acomodado. No me sorprende que la Junta Agro- empresarial Dominicana, y otros organismos, estén saliendo a la luz publica a desmentir las acusaciones de que ha sido objeto.
Hoy presenciamos una seria polémica entre José Ramón y Faña, quienes se acusan mutuamente de acciones reñidas con las leyes. Ambos defienden, con tenacidad, sus posiciones. Me conformo con pensar que de ahora en adelante, el que se arriesgue a denunciar, acusar o “lanzar bolas a correr” sobre supuestos actos delictivos, cometidos por una persona a la cual menciona por su nombre, tendrá que probarlo ante jueces competentes o pagar las consecuencias.
Si el plan de Faña y su partido era restarle méritos al ministro Peralta, el efecto ha sido lo contrario. Han motivado a reflexionar sobre su persona para encontrar un colaborador cercano y leal al Presidente, que con firmeza y coraje defiende sus acciones, ayuda el pueblo; tiene una familia bonita, ejemplar, laboriosa, empresas exitosas y ¡tremendas potencialidades para ser candidato a la Presidencia de la República!
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