Yogur, un alimento necesario en la dieta de los más pequeños

REDACCIÓN.- El yogur está incluido en el grupo de los llamados alimentos funcionales puesto que contienen un gran valor nutrional y poseen diversos efectos beneficiosos para el organismo.

Los expertos recomiendan incluir este producto en la dieta diaria de los niños ya que, además de proporcionar las cantidades diarias de calcio recomendadas disminuye el riesgo de sufrir algunas enfermedades.

“Las pautas nutricionales adecuadas en la niñez y en la adolescencia son prioritarias puesto que, “una dieta inadecuada en las dos primeras décadas de la vida, no sólo repercute negativamente en el crecimiento y el desarrollo y en la regulación metabólica y hormonal, sino que también afecta a la salud en la vida adulta”, asegura el doctor Rafael Tojo, director del Departamento de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.

Enfermedades como la hipercolesterolemia, obesidad, diabetes, hipertensión y la enfermedad cardíaca coronaria son las principales causas de morbimortalidad en las sociedades desarrolladas y están estrechamente ligadas a la nutrición desde la infancia, advierte el doctor Tojo, editor del Tratado de Nutrición Pediátrica.

La mejor garantía

La administración de la leche materna a los lactantes y la incorporación progresiva del niño a la dieta mediterránea –rica en nutrientes y en componentes funcionales como los probióticos- es la mejor garantía para conseguir una alimentación optima y disminuir el riesgo de enfermedad.

Las leches fermentadas como el yogur ejercen un efecto muy beneficioso sobre el organismo independientemente de su valor nutricional. De hecho, estos productos previenen de las infecciones intestinales como la diarrea infantil.

En el proceso de elaboración de este producto intervienen unos microorganismos vivos que influyen e determinadas funciones del organismo. De hecho, una de las principales funciones en las que intervienen las bacterias de este producto es en el sistema inmnunitario.

El cuerpo humano contiene más de 100 millones de bacterias propias, de las cuales alrededor del 95 por ciento habitan en el tracto intestinal.

Estas bacterias son las encargadas de ejercer el efecto barrera frente a los agentes externos, es decir, actúan como mecanismo de defensa frente a las agresiones estimulando el sistema inmunitario del organismo.

Toda modificación de las múltiples bacterias que residen en el aparato digestivo es susceptible de perturbar el equilibrio de la flora intestinal y producir infecciones.

El consumo diario de dos o tres raciones de lácteos previene de estos trastornos. Por ello, se recomiendan en casos de diarreas, sobre todo las producidas por la ingestión de antibióticos. Además, el yogur tiene un efecto inmunomodulador, es decir, reduce la severidad y la duración de este trastorno digestivo por su beneficiosa actividad sobre la flora intestinal.

FUENTE: Cuídate Plus