T. B. Joshua: una reflexión.

Cada ser humano tiene un don,  una habilidad, que lo hace diferente. Cuando con ese don, se puede sembrar el bien,  ayudar el mundo a ser más armónico, equilibrado, humano, deben desarrollarlo, destacarlo, ponerlo al servicio de la humanidad. Por ese motivo, sigo con atención al predicador Temitope Balogun Joshua.

¿Quién es T.B. Joshua? Parece ser un hombre de profunda fe cristiana, con el  don de poner  inyecciones de amor y esperanza,   fortaleciendo la mente  y no me sorprendería, que el cuerpo. Muchos males, son más mentales que físico.

Joshua, nació en Nigeria,  en 1963. Dicen  que en la escuela era conocido como “pequeño pastor”;  que organizaba estudios bíblicos para los niños de la comunidad. Se concentró en estudiar la Biblia, en reflexiones profundas, en Dios. Desarrolló sus dotes espirituales.  Despierta esperanza, optimismo, en quienes buscan su ayuda. Es  líder y fundador de la organización religiosa,  Sinagoga Iglesia de Todas las Naciones (SCOAN). Transmiten  por “Emmanuel TV” desde Lagos, Nigeria, las 24 horas. El canal  tiene más de  170 millones de visitas.

Dicen que Joshua ha predicho acontecimientos en la vida de las personas; que Dios lo utiliza para milagros de sanidad; que ha logrado la liberación de  presuntos poseídos con espíritus malignos y la  sanidad de  enfermedades incurables.   Ha escrito varios libros.

Casado y padre de  tres hijas, es el predicador mas conocido de Nigeria; una de las 50 personas más influyentes de África. Su lema es “Cambiando vidas. Cambiando  naciones.  Cambiando el mundo”  Invita a orar juntos. Su slogan es “la distancia no es una barrera”.

Concilios evangélicos y cristianos se unieron para traerlo al país.  Saben que la población  tiene muchos vacíos; que necesita inyecciones espirituales que  le  devuelvan la esperanza; que le permita recordar el poder de Dios. Joshua  tiene el don de llevar aliento.

Por algún motivo, el Presidente Danilo Medina  cuidó de su  seguridad y  dio facilidades para su presentación.  Al recibirlo en Palacio, logró la reacción de   sectores que no habían opinado sobre la anunciada visita de Joshua.  Ahora enjuician.  Algunos  están acusando  el gobierno de haber apadrinado “un brujo”.

Los dirigentes políticos y religiosos deberían reflexionar  sobre los motivos por los que  miles de dominicanos, le dieron calurosa acogida a Joshua; sobre los vacíos en el alma y cuerpo de la población; sobre lo que  vino a  sembrar; sobre  la gente buscando alivio a sus males. Estos predicadores  penetran con facilidad en naciones  donde hay debilidades.

Los dirigentes deberían abogar por educación y concientización de la población, de manera tal,  que nunca actúe por fanatismo sino que ante cualquier evento,  sepa discernir,   acorde con sus creencias y convicciones.

Joshua no es culpable de que tantos le sigan y  confíen en el. Son las necesidades, vacíos de los pueblos, sus ansias  de sentirse querido, respetado, tomado en cuenta, lo que  mueve  a acercarse a personas con sus habilidades.

En lugar de líderes,  retorciendo las noticias para  disponer de poder y  recursos, de “ofrendas permanentes,  institucionalizadas” sin consentimiento del pueblo, prefiero predicadores que obtengan “ofrendas esporádicas en cubetas”  pero que  despierten fe, deseos de luchar y salir adelante.

Tranquiliza saber que luego de la llegada de Jesucristo,  hayan surgidos  seguidores buscando llevar alivio y paz a la gente. Oremos por ellos, para que Dios los mantenga en ese camino. Vienen a mi memoria los baños espirituales de Emiliano Tardif, Sathya Sai Baba, entre otros.

Esos misioneros son difíciles  de entender por quienes les dan mas importancia a  las cosas materiales. Buscan ese detalle para destruir sus  obras, para restarle méritos. ¡Me complace que  se distingan y apoyen,  las personas que como  río de agua fresca, desbordan paz, amor y esperanza en el alma de la gente!