En partes del Cibao dicen que las mujeres son de quien las corteje. La acción mide al interés, acotan abogados. Igual ocurre en la política, especialmente en países latinoamericanos cuyas constituciones prohíben la reelección… “eppur si muove”!
Evo Morales lleva 12 años en Bolivia, donde un reciente referéndum puso punto final al continuismo; un tribunal declaró inconstitucional impedirle candidatearse.
En Honduras, jueces revocaron la disposición de su Constitución que prohibía la reelección del recién electo y posesionado (con apoyo gringo) Juan Hernández.
En Perú, Brasil, Ecuador y Panamá, la suerte de sus presidentes está en manos de la Justicia, no solo por Odebrecht (que aparte de obras civiles hacía ingeniería política reeleccionista). En toda América Latina, la suerte electoral está crecientemente asociada a los tribunales.
Aquí la vigésima disposición transitoria de nuestra Constitución dice: “En el caso de que el Presidente de la República correspondiente al período constitucional 2012-2016 sea candidato al mismo cargo para el período constitucional 2016-2020, no podrá presentarse para el siguiente período ni a ningún otro período….”.
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