REDACCIÓN.- Hace más de cinco años, adolescentes en todo el mundo han comenzado a consumir un contenido conocido como ‘drogas auditivas’ o ‘e-drugs’, un sonido que asemeja algunos de los efectos psicoactivos producidos por drogas sintéticas como la cocaína o el LSD.
Muchos de estos audios son comercializados a través de sitios web que prometen recrear diferentes efectos en el cuerpo, y su costo puede variar entre uno y cinco dólares aunque se pueden encontrar versiones gratuitas.
Investigadores de la Universidad Manuela Beltrán de Bogotá han trabajado el tema hace algunos meses, y aunque no se han hecho publicaciones “por el impacto social del tema”, se han encontrado algunos resultados preliminares.
«Las llamadas drogas auditivas son ondas binaurales apenas percibidas por el oído donde el cerebro modifica su estado fisiológico y genera una serie de cambios en el comportamiento físico-motor y conductual», aseguró Jeison Palacios, Director del Programa de Psicología de la Universidad Manuela Beltrán.
En un experimento realizado por diferentes profesores de los programas académicos de la universidad, muchos de los voluntarios experimentaron cambios en la frecuencia cardiaca y en la respiración, sudoración, adormecimiento, estado de relajación inducido y alucinaciones durante la exposición a estos sonidos.
Por su parte, muchos de los jóvenes expuestos a esta droga aseguraron sentir “mareos y alucinaciones” similares a los efectos de una sustancia determinada.
¿ES LO MISMO QUE UNA DROGA SINTÉTICA?
Lo primero que hacen las personas que buscan consumir estos audios es aislarse en sitios sin ningún tipo ruido para evitar que se afecte la exposición y después de descargar los sonidos, el tiempo de consumo puede variar entre uno a quince minutos. Sin embargo, algunas personas se exponen a más de una hora.
«Cualquier tipo de estímulo en el cuerpo siempre generará un cambio. Con esta droga, hay personas que lo generan más rápido y otras que perciben los efectos en un tiempo más prolongado. Este tipo de drogas no usa un canal cutáneo, por ello los efectos son más demorados”, aseguró Palacios.
Aunque se puede asegurar que los efectos no son 100% similares al de la cocaína, la heroína o el LSD, algunas personas lo asocian con efectos fisiológicamente relacionados con las sustancias.
Teniendo en cuenta el incremento de descargas y consumo en estas páginas, varios de los expertos concluyeron que es posible llegar a una sintomatología fisiológicamente similar a la de una adicción.
«A corto plazo, el consumo de estas sustancias puede producir cambios en el ritmo del cerebro: problemas de atención, concentración sueño y restricción a las actividades sociales”, aseguró el experto.
DROGAS AUDITIVAS EN COLOMBIA
Según la investigación de los programas académicos de Psicología y Fonoaudiología de la Universidad Manuela Beltrán, hay población colombiana involucrada en el consumo de estos sonidos.
“Además de que hemos notado que muchas personas conocen más sobre estas drogas, varias personas nos han referenciado que en algunas fiestas electrónicas se estarían reproduciendo”, dijo Jeison Palacios.
Las edades más propensas a la exposición de esta clase de contenido sonoro son las personas entre los 16 y 20 años y, «sorpresivamente», se encontró mayor tendencia de consumo en las mujeres. En Colombia, se observó que sobre todo en la ciudad Bogotá y Medellín.
En Internet, una búsqueda específica sobre estos audios puede referenciar más de 335.000 páginas con productos relacionados a las ondas binaurales.
“En el mundo, EE.UU., China y Francia son los países que están más preocupados sobre el tema y se encuentran realizando investigaciones sobre esta tendencia», concluyó Palacios.
Fuente íntegra y directa: El Universal
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