El Congreso Nacional, formado por senadores y diputados, necesita urgentemente una reingeniería. Debemos eliminar el sistema bicameral, tener una sola institución, reducir la cantidad de legisladores y determinar el perfil para la posición.
Adoro el sistema democrático, pues los ciudadanos tienen los mismos derechos y deberes, busca justicia social. En este sistema, los partidos políticos son imprescindibles. A través de ellos, se participa en las decisiones. Para que funcionen adecuadamente, necesitan de legisladores que se fajen a preparar una Ley de Partidos, que regule su ordenamiento interno, campaña, fuentes de financiamiento, etc.
En este pequeño país, con alrededor de diez millones de habitantes, no tenemos un sistema democrático ejemplar. El Congreso es un organismo muy importante pero algunos encargados de hacer leyes u otros de aplicarlas, no se rigen por criterios normativos, principios cívicos ni morales ni por el sentir del pueblo, sino por la fuerza del dinero y del poder.
Si escasean leyes que impulsen el desarrollo, si no se respetan las existentes, si carecemos de una Ley de Partidos, si parte del presupuesto se va en “botellas” es porque tenemos legisladores inoperantes, que tampoco fiscalizan. Algunos utilizan tácticas dilatorias, esperando “el hombre del maletín” ¡Olvidan la nación!
En un país pequeño como el nuestro ¿Para que tener un sistema bicameral? Diputados y senadores están en espacios diferentes pero son lo mismo y para lo mismo. Viven “tirando la pelota” de un lado a otro. En la región centroamericana, RD es el único país con sistema bicameral, los demás países cuentan con una sola institución que alberga a los legisladores. Parecería que aquí buscan “botellas privilegiadas” Tenemos 222 legisladores: 190 Diputados y 32 Senadores. ¿Quien termina estudiando los proyectos? ¡Una pequeña comisión.!
En la Cámara de Diputados, por ejemplo, hay 178 diputados territoriales, 7 de ultramar y 5 para representar partidos políticos minoritarios. Al analizar sus sueldos y compensaciones se comprende porque les conviene darle larga a los proyectos. De los impuestos del pueblo, tienen un presupuesto de $ 4,341 millones para este año.
Cada uno de estos bien trajeados y perfumados, Diputados, recibe mensualmente, $300, 000 en sueldo: $87,000 entradas extras; $35,000 gastos de representación; $25,000 para combustibles; 2 exoneraciones de vehículos; $3500 por asistir a Asamblea Legislativa; $2000 por asistir a reuniones de comisiones; $90,000 a programas de ayuda; $500,000 para celebrar Día de las Madres; $500, 000 a un millón, para navidad; $500, 000 para Día de Reyes; $430,000 en bonos navideños ; comidas en restaurante de lujo; gomas para jeepetas, chóferes, asistentes, secretarias, mensajeros; seguro medico internacional; pasaporte diplomático, viajes al exterior. En el Senado el banquete es superior.
¿Auditan estos “barrilitos? ¡No ombe!! Los reciben aunque solo vayan a levantar las manos u obstaculizar proyectos por conveniencia. Son para “politiquear” mientras la población vive en la miseria.
Necesitamos legisladores que piensen en el desarrollo de la nación. Debemos abogar por un solo organismo, con menos pero mas productivos. No creo necesarios Diputados de Ultramar. Tenemos otros mecanismos para ayudar la diáspora. Tampoco procede regalarle cinco diputados a los partidos minoritarios. Que se esfuercen en lograrlo.
Desde la mecedora de mi abuelo, mientras hacia estas reflexiones, comprendí los motivos de tanta pobreza, violencia, indignación, inmigrantes ilegales, no se aprueba Ley de Partidos ni funciona la justicia. Los numerosos legisladores, enredados en la burocracia, dándole show al pueblo, parecería que no le conviene cumplir con su misión. Les resulta más beneficioso hacer lo mismo: formar comisiones, reenviar, cobrar, no fiscalizar y “pasarse la pelota” ¡Pobre país!.. Sueño con eliminar el sistema bicameral.
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