Esta mañana conversaba con mi amiga Jimena sobre la importancia del dinero. La conversación surgió como resultado de que le pedí que me ayudara con el diseño de lo que espero será mi primer libro, el cual pienso financiar yo misma como un acto de amor a la Dominique de quince años con miedo, temores e inseguridades de cuál sería su futuro y que tenía dependencias emocionales de un tercero.
Entonces nos detuvimos a pensar, qué es el dinero? Cuál sería el costo de impresión de ese libro y porqué no me importaría hacer esta inversión?
Para mi, el dinero es un medio que no sirve para nada más que lograr objetivos de ayuda social, de cambio y de influencia positiva. Lo que cueste la impresión de ese libro no importaría porque se que con el estaría ayudando a mujeres a que tomen la decisión de tomar ellas las riendas de su vida. Que sirva como una herramienta de empoderamiento sin discriminar el papel y deben y suelen jugar los hombres como nuestros guías
La gran falla de nuestro país y me atrevo a decir que incluso de nuestra región es que nuestros gobernantes ven el dinero como un fin y no como un medio. Esto no solamente es poco ético, sinó que es penalizado por Dios y por la vida misma. Para que podamos desarrollarnos debemos aprender a alinear nuestros valores con el de las actividades en las que emprendemos en nuestro día a día, pero también en nuestro proyecto de vida, porque nuestros futuros y el ejemplo que ponemos a los demás es la suma de todos esos pequeños esfuerzos por hacer el bien y actuar con responsabilidad. Es tiempo de que en nuestro país el político con dinero mal habido deje de tener más poder que el empresario que arduamente trabaja día a día por llevar a cabo emprendimientos que generan empleo y bienes que contribuyan al crecimiento de nuestra economía.
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