Es inconcebible que esta media islita, rica en recursos naturales y con alrededor de once millones de habilitantes, no tome el camino de tener un desarrollo armónico, equilibrado, humano, donde se viva en paz y alegría. La miseria arropa la mayoría de la población. Le quita la sabana, la amenaza de una tormenta tropical, dejando al descubierto sus heridas, donde comunicadores bien pagados para ocultarla, no encuentran como justificarlas.
Muchas veces me pregunto ¿Cuál es la misión de los líderes políticos del país? ¿Hacia donde dirigen sus acciones? Es lamentable que algunos, que incluso han estado con las riendas del poder en sus manos por varios años, se hayan dedicado a saciar ambiciones personales, a llenar sus bolsillos y los del entorno, a codearse con “tutumpotes”, olvidando “los hijos de machepa”.
Estos líderes, son los culpables de la fuerte estructura de putrefacción que protege la corrupción e impunidad. Sin ningún pudor, burlándose del pueblo, los vemos en los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, dirigiendo partidos políticos y hasta en campaña para ocupar la Presidencia de la República.
Basados en que “el mal comio no piensa” viven teorizando para anestesiar los pobres pero nunca se han ocupado de desarrollar sus potencialidades, de que se eduque, aprenda un oficio, tenga sus propios negocios; les conviene tenerlo con hambre, desnutridos, para que cuando se acerquen las elecciones, visitarlos, llevarle promesas y un plato de comida, para que le den su voto.
El movimiento Marcha Verde, intenta crear conciencia, desenmascarar estos demagogos, erradicar la corrupción y la impunidad, pero necesita una plataforma firme para la acción, desde donde adecente las instituciones, sacándole el veneno.
El Poder Judicial no funciona, no hay justicia. Parecería que algunos de sus miembros tienen las manos atadas; recibieron como favor, lo que pudieron ganar por méritos y hoy, deben seguir las directrices del partido que los promovió. Parecería que hicieron el compromiso de blindarle sus corruptos de alto nivel , con un “no a lugar” archivando el expediente; para que sigan “trabajando y legislando en pro del país”..
Todos los poderes del Estado, ejecutivo, legislativo y judicial, necesitan una reingeniería, deben adecentarse. La esperanza de que el pueblo conozca su realidad, ahora mismo, depende básicamente de los medios de comunicación. Lamentablemente, muchos comunicadores “detrás de los suyo” callan, retuercen o evaden la verdad. Son pocos, los que investigan y denuncian. Alicia Ortega y Nuria Piera lo hacen, ¡con firmeza y coraje!.
Cada uno de sus programas, productos de una investigación seria y responsable, son impactantes, sin desperdicio, de valioso contenido. Estas comunicadoras, buscan datos para crear conciencia y adecentar la nación; persiguen que la justicia funcione, castigar males, desenmascarar ineficiencias institucionales, ambiciosos insaciables, depredadores sexuales y económicos, gastos innecesarios, prisioneros de amenazas ocultas.
¡! Gracias, Alicia y Nuria!! y todos los que como ellas, tienen el coraje de presentar los males que impiden la justicia social. No cambien, no se vendan, para que no olvidemos la misión como hijos de Dios, y logremos levantar una nación con desarrollo justo, sobre base firme.
Gracias, por inyectar valor a los partidos políticos, a las iglesias y movimientos de oposición, para que desenmascaren las personas e instituciones que deberían ser fuentes de aprendizaje positivo para la juventud y que, sin embargo, le inyectan antivalores, aun siendo lideres religiosos, políticos, empresariales.
Gracias, Alicia y Nuria, por su gran aporte a la paz y justicia social. ¡Dios las bendiga!
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