Con tantos factores adversos, el presidente Medina no podría lanzarse en marzo a buscar otra reelección, que sería traumática, y en julio podría ser tarde para detener a Leonel Fernández, quien se afianza como posible candidato del partido que él entronizó en el poder
Por Juan Bolívar Díaz
Aunque aumentan las afirmaciones de que ya cuentan con los votos necesarios para eliminar la prohibición constitucional de otra reelección del presidente Danilo Medina y las denuncias de intentos de compras de legisladores, los factores objetivos siguen indicando serias dificultades internas y externas para el acariciado proyecto continuista.
Las señales que dan los poderes fácticos -empresariales, transnacionales y religiosos-, no avalan una segunda reforma constitucional reeleccionista del mismo presidente, ni menos otro camino que pudiera romper la frágil institucionalidad democrática y poner en riesgo una estabilidad macroeconómica de por sí encaminada a la insostenibilidad fiscal.
Auge de la confrontación
Con el inicio del año tomó mayor fuerza la confrontación que se desarrolla a nivel nacional entre el grupo que encabeza el presidente Medina y promueve el continuismo, y el expresidente Leonel Fernández, lanzado al medio de la calle en búsqueda de restaurar su liderazgo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y asegurar la candidatura presidencial para el 2020 para un cuarto período presidencial.
Unos y otros han inundado los medios de comunicación y desatado especulaciones, con sus afirmaciones de que ya han asegurado los votos de legisladores necesarios para reformar la Constitución y eliminar la disposición transitoria que prohíbe repostular a Danilo, mientras del otro lado, se multiplican las acciones políticas bajo el predicamento de que está en juego la democracia y la unidad del PLD porque la decisión de Leonel no tiene marcha atrás en ninguna circunstancia. Ante quienes dudan que él se vaya a enfrentar a Danilo, Leonel deja claro que no tendría alternativa frente a un proyecto que, a su juicio, devendría en una dictadura. Se afirma que ha sostenido que si echa para atrás, hasta sus seguidores lo lincharían, porque ya la confrontación se generalizó a lo largo del país, y los suyos “se la están jugando”.
Una treintena de diputados leonelistas salieron en rueda de prensa a desmentir que hayan sido cooptados por sus contrincantes, mientras se hacen públicas denuncias, como la del diputado del opositor Frente Amplio Fidel Santana, de que las ofertas de compras de votos llegan a 35 millones de pesos, además de apartamento y camioneta. Las declaraciones públicas y los rumores llegaron a considerar que la extensión de la legislatura decretada por el presidente de la República incluiría el proyecto de reforma constitucional, cosa que se duda sea posible.
Factores internos adversos
A diferencia de lo que ocurría hace cuatro años, cuando más del 70 por ciento favorecía una oportunidad de reelección para Danilo, ahora esa misma proporción la rechaza, por entender que él pactó y promulgó la Constitución que le impide volver a postularse y juró ante la sociedad que la del 2016 sería su última. También por el desgaste de una gestión que no ha podido resolver ninguno de los graves problemas nacionales, y porque los terceros períodos han sido desastrosos, y hasta Balaguer fracasó en 1978, también con todo el poder del Estado. Gedeón Santos, embajador ante la OEA, advirtió sobre lo negativo que resultan los terceros períodos consecutivos, en artículo en el Listín Diario del miércoles.
En el 2015 Leonel Fernández fue conminado a dar una segunda oportunidad a Danilo, en base a un acuerdo de 15 puntos, donde no sólo se le inhabilita para repostularse a partir del 2020, sino que también dispone “fortalecer y hacer más calificados los porcentajes requeridos” para futuras reformas constitucionales. Adicionalmente se establece que las decisiones del Comité Político del PLD serán en base al consenso, y en su defecto por sus tres cuartas partes.
Aquel pacto, firmado por Medina, Fernández y todo el Comité Político, buscaba evitar una división del PLD, por lo que los leonelistas argumentan que lo correspondiente ahora es cumplirlo, mientras siguen en ampaña. Hay quienes lo subestiman olvidando que fue él quien llevó a los peledeistas al disfrute del poder, incluyendo a Danilo, pues sin su apoyo en el 2012, con un déficit fiscal sobre 150 mil millones de pesos, éste no hubiese alcanzado la presidencia.
Para los comicios del 2016 el pacto fue de “reelección por reelección”, algo que se ve difícil repetir ahora sin abonar una rebelión de las bases y los dirigentes que tienen aspiraciones en todos los niveles. Si Leonel no acepta la reforma constitucional, auto erigido en defensor de la institucionalidad democrática, sería peligrosa una elección primaria que dividiría el PLD de arriba abajo. Tal vez por eso es que hasta el secretario general, dirigentes y precandidatos presidenciales opuestos a Leonel, desestiman otra reforma constitucional reeleccionista.
Pesados factores externos
Los poderes fácticos tradicionales han rechazado una nueva reforma constitucional, comenzando por las principales organizaciones empresariales, y por su Fundación Institucionalidad y Justicia que en múltiples ocasiones ha dicho que pondría en juego la institucionalidad democrática nacional. Hasta sectores empresariales que se sienten cómodos con Danilo y lo preferirían sobre Leonel, expresan temores de que una imposición del poder desate una crisis institucional que ponga en juego el crecimiento y la estabilidad macroeconómica cada vez más amenazados por sostenidos déficits fiscales solventados por un galopante endeudamiento.
Los líderes religiosos, tanto católicos como evangélicos, se han pronunciado casi a unanimidad contra el proyecto continuista, incluyendo a los predicadores de multitudes protestantes. El arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozorio, no desaprovechó el Día del Poder Judicial, el 7 de enero, para señalar entre los “graves vicios nacionales” además del enriquecimiento ilícito, “la justificación del poder mediante la fuerza, la tendencia a perpetuarse en el poder, la xenofobia y el racismo”. En diciembre el arzobispo de Santiago, Freddy Bretón, reiteró advertencias sobre las constantes reformas constitucionales reeleccionistas.
Los poderes fácticos externos, comenzando por Estados Unidos, serían copartícipes de la preocupación de que forzar la continuidad de Danilo desestabilice el país y coloque la precaria institucionalidad democrática nacional a nivel de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, agravando la inestabilidad regional.
Le faltarían casi 40 votos
Para lograr una nueva reforma constitucional, los danilistas tendrían que aniquilar los esfuerzos que desde agosto del 2017 realiza Leonel para posicionarse como alternativa, exitosos según las encuestas, pero enfrentan un círculo vicioso, pues no lo lograrían mientras el presidente tenga el veto constitucional, y para superarlo necesitarían conseguir los votos de gran parte de los 36 diputados y 6 senadores que siguen a Leonel, o buscarlos en el principal bloque opositor.
En los comicios del 2016 el PLD y sus aliados consiguieron 127 diputados y 28 senadores para totalizar 155 en la Asamblea Nacional. De estos 36 diputados y 6 senadores peledeistas siguen actualmente a Leonel y 4 de los aliados perredeístas se pasaron al PRM, con lo cual los danilistas contarían con 109 votos y le faltarían 39 para completar los dos tercios de la reforma constitucional. Podrían conquistar parte de los 15 reformistas, y algunos del PRM, que en la reforma del 2015 perdió dos. Los líderes del PRM juran que su bloque está firme y lo mismo aducen los leonelistas.
Buena parte de los analistas entienden que, aunque esta vez no haya dinero de Odebrecht, como se afirma que hubo hace 4 años, el Estado tiene suficientes recursos para comprarse tres docenas de legisladores. Habría que corromper a muchos si no media un pacto formal como el logrado por Danilo con el PRD en el 2015, que le sumó una treintena, a los cuales se les garantizó la repostulación en las nóminas peledeístas. Ahora habría más repugnancia social y política y mayor quiebra institucional que en el 2015 para imponer otra vez la reforma constitucional.
Forzaría un frente unitario
El expresidente Hipólito Mejía, con suficiente experiencia por haber fracasado cuando forzó una reforma constitucional para repostularse en el 2004, dividiendo su partido, le advirtió esta semana a Danilo Medina que hacer lo mismo en las actuales circunstancias lo llevaría, junto a familiares y seguidores, a un suicidio político. Es que una compra masiva de legisladores resquebrajaría el sistema partidista con un costo institucional y político muy fuerte en el PLD y en la sociedad y forzaría sería un gran estímulo a los esfuerzos que ya se realizan desde ámbitos sociales y partidistas por una gran coalición socio-política para enfrentar la dominación peledeísta.
Tras la reforma constitucional todavía los danilistas tendrían que imponerse en las primarias abiertas de octubre, apelando también al abuso de los recursos estatales para incentivar votos, los que profundizaría las heridas internas y aún si no se produjera una división, alguna proporción de los heridos reduciría las posibilidades de triunfo en las elecciones del próximo año.
Los costos y riesgos serían tantos que hay quienes creen que Danilo mantendrá su frialdad y no se lanzará a la aventura, por lo menos en las actuales circunstancias, que difícilmente cambien de aquí a febrero, y en julio, fecha límite por las primarias, podría ser tarde para detener a Leonel Fernández. Le podría pasar como a los guzmancistas que esperaron muy tarde para entender que no lograrían imponer la repostulación de Antonio Guzmán en 1982, y cuando apoyaron a su vicepresidene Jacobo Majluta, ya fue imposible detener a Salvador Jorge Blanco. Danilo tendría que declinar en febrero e intentar una alternativa, o negociar un pacto. como en el 2015, pero ahora los vientos soplan en favor de su archi rival Leonel Fernández.-
Distribución de la Asamblea Nacional
(En base a los resultados de los comicios 2016)
Partidos Diputados Senadores Total
PLD + aliados * 127 28 155
PRM + aliados** 46 2 48
PRSC + aliados 14 1 15
BIS + aliados 1 1 2
Al País 1 1
PQDC 1 1
Totales 190 32 222
*Ahora del PLD+aliados: 105 danilistas y 46 leonelistas
**A sus 48 legisladores El PRM sumó 4 perredeístas exaliados del PLD
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email