Siento un profundo desprecio por los líderes políticos que aspiran a la presidencia de la República y usan los pobres, hambrientos y analfabetos, para hacer su campaña política, llevándoles promesas y limosnas, a fin de obtener su voto y luego, cuando alcanzan el poder ¡lo sueltan en banda!, es decir, se alejan de ellos, para buscar y beneficiar a ricos y poderosos.
Leonel Fernández, presidente del PLD, ha demostrado ser sincero. Los mensajes que hemos recibidos a través de sus actitudes y acciones son claros, lo definen perfectamente bien. No ha ocultado su debilidad por los ricos; pudimos apreciarla durante los doce años en que fue presidente de la República.
En sus mandatos, en lugar de trabajar por y para la mayoría, estableciendo una solida infraestructura en los campos y pueblos, que combata el hambre, la miseria, el analfabetismo, que abra fuentes de trabajo y eleve el nivel de vida de la gente, se dedicó a invertir en dos o tres mega obras multimillonarias, en universidad en Haití, en su Funglode, en permitir la corrupción, impunidad, narcotráfico, mientras el pueblo pasaba hambre.
Leonel nació en la pobreza. Hábil, inteligente, estudioso, se abrió paso, se acercó a Bosch y tomó las riendas del PLD. Sabe “conceptualizar” “anestesiar” al pueblo analfabeto. En sus tres periodos gubernamentales, lo mantuvo sin grandes avances educativos ni económicos, como para que lo sigan sin entender ni cuestionar sus acciones, para que, sin pensar, lo aplaudan y vayan a las urnas a votar por él. Luego, adiós.
¿Qué hizo por los pobres durante esos doce años? El lema del PLD es “servir al partido para servir al pueblo”, lo concentró en servir la cúpula del partido y todavía no ha terminado. ¿Cuándo va a servir “los hijos de machepa”? ¿Deben esperar a que sacie los jefes, “los tutumpotes”?.
En su primer periodo, Leonel estableció FUNGLODE, para disponer de una institución de alto nivel, desde donde pueda ponerse en contacto con ricos y poderosos, nacionales y extranjeros, fuera del Palacio Nacional. Consciente e inconscientemente, rechaza sus raíces, la pobreza. Va a ella a buscar el voto, pero cuando llega al poder, se aleja.
Todo parece indicar que las diferencias de Leonel con Danilo Medina, actual presidente de la República, han surgido porque Leonel dejó el terreno lleno de pobres e ignorantes, preparado para el éxito de su campaña. Pero Danilo lo está limpiando y lo va sembrando de esperanza y entusiasmo. Las tandas extendidas y las “visitas sorpresas” han aliviado las vidas de sus habitantes; ahora será difícil anestesiarlo.
Danilo ha ayudado a desarrollar el sector educativo y agropecuario, abriendo fuentes de trabajo, aliviando la situación de las familias. De ahí, que ha dificultado la tarea proselitista de Leonel en esas comunidades. Sus acostumbradas promesas, no tendrán el efecto encantador y analgésicos de otros tiempos.
Indiscutiblemente,” las visitas sorpresas” son formas de sembrar de abajo hacia arriba; despiertan esperanza, pues la población está aprendiendo a desarrollar sus potencialidades y comienza a tomar , con firmeza y coraje, las riendas de sus vidas…. Bueno, Leonel tendrá que revisar su estrategia.
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