Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Me llego esto a mis manos hace unos días y quiero compartirlo con ustedes mis queridos amigos lectores.
Si nadie te ama, mi alegría es amarte.
Si lloras, estoy deseando consolarte.
Si eres débil, te daré mi fuerza y mi alegría.
Si nadie te necesita, yo te busco.
Si eres inútil, yo no puedo prescindir de ti.
Si estas vacío, mi ternura te colmará.
Si tienes miedo, te llevo en mis brazos.
Si quieres caminar, iré contigo.
Si me llamas, vengo siempre.
Si te pierdes, no duermo hasta encontrarte.
Si estas cansado, soy tu descanso.
Si pecas, soy tu perdón.
Si me hablas, trátame de tu.
Si me pides, soy pan para ti.
Si me necesitas, te digo: estoy aquí dentro de ti.
Si te resistes, no quiero que hagas nada a la fuerza.
Si eres infiel, yo soy fiel contigo.
Se estás a oscuras, soy lámpara para tus pasos.
Si quieres hablar, yo te escucho siempre.
Si me miras, verás la verdad en tu corazón.
Si estás en prisión, te voy a visitar y liberar.
Si piensas que soy tu rival, no quiero quedar por encima de ti.
Si quieres ver mi rostro, mira una flor, una fuente, un niño.
Si todos te olvidad, mis entrañas se estremecen recordándote.
Si no tiene a nadie, me tienes a mí.
Si eres silencio, mi palabra habitará en tu corazón.
Termino con esta lectura tomada del Evangelio de San Mateo, Capitulo 5, Versículo 8, que dice: “Dichosos los de limpios corazón, por ésos van a ver a Dios”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.
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