FRANCIA.- Tras la sorprendente jornada de viento y abanicos del lunes en la que una caída dejó a Mikel Landa casi sin opciones y varios favoritos se complicaron la general, el Tour descansó en Albi con el defensor del título, el galés Geraint Thomas y el colombiano Egan Bernal en la «pole position» ante la inminente llegada de los Pirineos y la crono de Pau.
El Ineos, antiguo Sky, domina la clasificación con sus dos líderes al frente de la general, aunque el maillot amarillo repose de manera provisional en las espaldas del francés Julian Alaphilippe. Situación propicia para la escuadra británica, que, sin embargo, no quiere hablar de excesos de confianza.
Este escenario contrasta con el ambiente que se vive en el cuartel del Movistar, donde la cara y cruz quedó reflejada en la comparecencia de sus líderes en un hotel a 30 kilómetros de Albi, en plena campiña, rodeados de viñedos y girasoles.
Mikel Landa, a 3.03 en la general de Thomas, «con pena» y hundido moralmente, ya habló de ir a por etapas, sin bien «queda aún mucho Tour».
Nairo Quintana, «mejor que en años anteriores y más tranquilo»,cree que puede ser su año por sensaciones nuevas y por un equipo en el que confía y se siente respaldado, además ya como único e indiscutible jefe de filas tras el percance de Landa, quien solo pide que le dejen «en paz» y olvidar cuanto antes la caída.
La igualdad con la que se llegó hasta justo ante del descanso se la llevó el viento y una caída. Ineos podrá correr a su manera, esperar y ver cómo se manejan los rivales asumiendo los mínimos riesgos. Les sonríe la clasificación y la crono de Pau a los compañeros del ausente Chris Froome.
Thomas y Bernal secundan en el podio a Alaphilippe, separados por 4 segundos. A partir del galés la referencia del primer español Enric Mas (Deceuninck Quick Step) se halla en la sexta plaza a 34, le sigue el silencioso británico Adam Yates a 35, y más alejados Nairo Quintana a 52, el francés Pinot a 1.21 minutos y el danés Jakob Fuglsang a 2.10.
Así, el Tour se ha convertido en un «todos contra el Ineos». Pronto llega la montaña y ahí deberán limar los escaladores el tiempo perdido en la crono por equipos de Bruselas, pero los rodadores podrán sacar jugosas rentas con el reloj como mejor aliado.
Con las cosas más claras pero aún sin resolver, el Tour entra en su segundo tercio con una oportunidad para los esprinters en el trayecto entre Albi y Toulouse. Ya en los Pirineos, un primer capítulo de montaña con meta en Bagnéres de Bigorre con el Peyresourde (1a, 13,2 kms al 7) y la Hourquette D’Ancizan (1a, 9,9 kms al 7,5), con la cima a 30 kms de meta en rápido descenso.
Al día siguiente la crono de Pau constará de 27,2 kilómetros y marcará algunas diferencias. Tampoco será muy adversa para los escaladores, ya que el recorrido es un sube y baja constante.
La semana termina con una de esas jornadas cortas, de 117 kilómetros, que pueden causar estragos, con la meta en la cima del legendario Tourmalet, el puerto más emblemático del Tour, a 2.115 metros de altitud, tras un ascenso de 19 kms al 7,4 por ciento. Antes, el pelotón pasará por el Soulor (1a,11,9 kms al 7,8).
Unos con confianza y avalados por la clasificación, como los hombres del Ineos, otros con la ilusión del debutante, como el subcampeón de la Vuelta Enric Más, y algunos con exámenes pendientes como Quintana y Landa, esperan una semana con citas claves. Habrá mucho que ver en este Tour marcado hasta el momento por una crono y un viento que mucho se llevó.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email