Un cordial saludo para todos mis queridos lectores. Esperando se encuentren bien en unión de sus queridas familias.
Un hermano ateo se encontraba dando un gran discurso en una ciudad grandemente poblada. Un discurso en él blasfemaba grandemente el nombre de Dios. Por fin exclamo con soberbia: Doy cinco minutos a Dios para me mate, si es que digo mentira de que Dios no existe.
Durante cinco minutos estuvo callado y las personas que lo escuchaban también. Después el hermano ateo dijo triunfante: ¿Vieron que Dios no existe, no les dije que no hay Dios de ningún tipo? Si la verdad es que Dios existe, yo estuviera muerto ahora.
Una señora le pregunto: ¿Usted tiene hijos? Si respondió el hombre, si tengo. Pero no veo la relación con el asunto del que estamos hablando. Tiene y mucha relación, continuó la señora. Si uno de sus hijos le diese una daga y, le dice: Padre mátame, ¿Usted lo mataría? Seguro que no, replica el ateo.
¿Por qué? Concluyo la sabia señora. Porque los amo, afirmó el ateo. Ahí está la razón, porque que Dios no lo mato, El también lo ama, a pesar de que usted niega Su existencia.
Y la señora con mirada puesta en el Cielo, dijo: ¡No te mató, porque te Ama!
Hermano, Dios nos ama incondicionalmente, aunque lo renegamos de El muchas veces.
Termino con esta lectura tomada del Libro de los Salmos, Capitulo 1, Versos 1 y 2, que dicen: “Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados ni se detiene en la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos, sino que su tarea la ley 6+del Señor y medita esa ley día y noche”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email