Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
El perdón es el limpiador de tu alma. Apenas veas que alguien hace algo mal hecho en vez de criticarlo di, perdónalo Señor porque sabe lo que hace. As te acostaras en paz y dormirás un sueño feliz y sustentador.
La hidrante de tu alma es la oración. Dale gracias a Dios por tu familia, por tu trabajo, porque cuantos hay que no tienen, dale gracias a Dios por todo lo que tienes, pues hay muchos que no tienen nada.
El tonificante de alma en la alabanza. Te olvidas de ti mismo, sin egoísmo en tu corazón, quedas libre para que Dios en ti su gozo.
La nutritiva de tu alma es la Palabra, Tu alma no pude vivir sin alimento y ese alimento es la Palabra de Dios. Cuando te alimentas con la Palabra, la debilidad y la confusión desaparecen.
Serás como el árbol plantado junto a corrientes de agua.
El protector de tu alma es la coraza de la Fe. Con la fe protegerás de las inclemencias de la vida, mirarás por encima de las circunstancias y pasarás victorioso en medio de las pruebas.
A través de ti, Dios, moverá montañas y alcanzarás a otros para gloria de Dios.
Si usas a diario estos productos de belleza, tu alma se mantendrá limpia y tu corazón será puro.
Los dejos con esta lectura tomada. La de San Pablo a los Gálatas, Capitulo 5, Versículos 22-23, que dice: “Pero el fruto del Espíritu es mansedumbre”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.
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