Una laboriosa investigación en numerosas fuentes, unida al ejercicio de la imaginación para poner a viajar en el tiempo al lector, hacia sucesivos encuentros con los más importantes científicos de la historia, ha dado como resultado “Paradoja y la Puerta Sagrada del Agua”, de Johanna Goede, la primera novela dominicana de ciencia destinada al público adolescente.
La obra fue puesta en circulación el jueves 12 en Centro Cuesta del Libro, donde científicos, académicos, educadores y críticos literarios pusieron de relieve la originalidad de esta obra, la décimo séptima de la escritora puertoplateña, que tiene en su haber numerosos cuentos infantiles, novelas, poesías y ensayos gastronómicos.
“Paradoja y la Puerta Sagrada del Agua” tiene como protagonistas a dos jóvenes, Denia y Sasuke, que a través de una mágica “puerta” se trasladan a numerosos lugares y momentos de la historia humana, a encontrarse con famosos inventores, con quienes sostienen interesantes diálogos sobre los secretos de sus respectivos descubrimientos.
A lo largo de las 137 páginas de esta novela, divertida y de fácil comprensión, el lector asiste con Denia y Sasuke a encuentros con Enrico Fermi, Wernher von Braun, Zenón de Elea, Pitágoras, Euclides y muchos otros genios de la historia.
Al ponderar esta obra, la doctora Leonor Elmúdesi de Bancalari, directora del colegio Lux Mundi, expresó que “Paradoja…” tiene un acertado enfoque didáctico y debe ser leída por maestros y estudiantes, con la intención de vincular la realidad y los sueños, el potencial de las ciencias, y asumir los valores humanos que la sustentan.
“Por su narrativa, en permanente tensión, hace que el lector se asuma como un personaje más y se visualice como parte del relato”, dijo.
Por su parte, Luz Almánzar Rodríguez, escritora y pedagoga, dijo que esta novela “deja la interrogante y el deseo inmenso de saber si, en verdad, podría coexistir, muy cercano a nosotros, un mundo más adelantado tecnológicamente, poblado por seres más inteligentes y más dados a la convivencia pacífica, donde el ayudar a los demás y hacer de su hábitat un lugar sin sufrimientos y lleno de amor, sea la meta y vida de todos los que habiten este hasta ahora utópico lugar”.
También expuso el doctor Félix Cid, profesor universitario de física y matemáticas, a quien le tocó revisar los originales de la obra, reconociendo el valor de difusión científica de la misma, y expresó su seguridad de que “Paradoja…” causará un buen impacto entre el público estudiantil.
A continuación, su hija Denia, física y nanotecnóloga (y quien inspira el personaje femenino de la novela) expresó su orgullo por haber servido al ejercicio imaginativo de la autora, e igual que su padre consideró segura su aceptación entre los adolescentes, pues representa una valiosa contribución en su desarrollo cultural.
Expuso también Emelda Ramos, escritora y pedagoga, quien tras citar a Comenio, padre de la didáctica, quien en 1658 expresó que instruir debe deleitar, como lo logra esta novela., pues “una novela es el deleite, la recreación, el disfrute, despertar el gusto y el placer por la lectura”.
La última ponderación de la obra fue hecha por el periodista Ramón E. Colombo, quien resaltó el valor narrativo de “Paradoja…”, expresando la experiencia gozosa que tuvo “al acompañar a Denia y Sasuke en esta maravillosa aventura por todas las dimensiones del tiempo».
Johanna Goede a los jóvenes: “El mundo es de ustedes: ¡Conquístenlo!”
Al cierre del evento, la autora de “Paradoja y la Puerta Sagrada del Agua”, agradeció las expresiones de quienes la precedieron, con especial mención para Felix Cid, “quien en uno de sus viajes a Puerto Plata me pidió que escribiera una novela para la juventud hiciera conciencia de la importancia de estudiar ciencias, ya que un país que no investiga está condenado a depender”.
Acogiendo tal sugerencia, Johanna emprendió la tarea literaria, que expuso al escrutinio tanto e Felix Cid como de su hija Denia, que certificaron la validez de sus aportes a la difusión científica.
Aprovechó para referirse al reciente informe del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA), que ubica a la República Dominicana en un de los últimos lugares en materia de calidad educativa: “Confieso que me ha hecho daño emocionalmente conocer el lugar en que hemos quedado, porque siempre se espera que los nuestros, aunque no sean los mejores, por lo menos que ocupen un lugar significativo para en el renglón educación”.
La escritora hizo un llamado a “entre todos asumir el reto de revertir ese flagelo, salir del oscuro lugar en que nuestras deficiencias nos han colocado”.
Concluyó exhortando a los estudiantes dominicanos a demostrar que “sí son brillantes, pues si los otros estudiantes del mundo pueden alcanzar metas de calidad, ustedes también pueden alcanzarlas”.
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