Un fraternal saludo para todos mis amigos que me leen.
Dice la Biblia que: Dios hace sus cosas para el bien de quien los ama.
Y yo así lo creo. Las cajas de Dios que tengo en mis manos son dos cajas que Dios me dio a guardar.
Me dijo: Pon tus tristezas en la caja negra, y guarda tus alegrías en la dorada.
Seguí estas palabras, y en la caja negra metí todas tristezas y las alegrías las guarde en la caja dorada respectivamente.
A pesar de la dorada se hacía día a día más pesada, la negra se hacía más ligera.
Lleno de curiosidad, abrí la caja negra para ver lo que ocurría, y vi en el fondo de la caja un agujero por donde mis tristezas habían desaparecido.
Se la mostré a Dios y le dije:
Me pregunto ¿Dónde están mies tristezas?
Y con una tierna sonrisa me respondió:
“Hijo mío, todas ellas están aquí conmigo”.
Le pregunté: Dios, ¿Por qué me diste las cajas? ¿Por qué la dorada, y la negra con agujero?
Y el me respondió: “Hijo mío, la dorada es para que tomes en cuenta todas tus bendiciones, la negra es para que puedas olvidar”.
Los dejo con esta lectura para que puedan meditar tomada de la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos. Capitulo 8, Versículo 28, que dice: “Sabemos también que, con los que aman a Dios, con los que él ha llamado siguiendo su propósito, el coopera en todo para su bien”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.
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