A 50 años de la muerte de Trujillo todavía despierta la más encendidas pasiones en República Dominicana

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SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En el kilómetro nueve de la autopista que conduce a Haina y San Cristóbal, el martes 30 de mayo de 1961, siendo aproximadamente las nueve treinta de la noche, cayó abatido a tiros el dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Hoy, al cumplirse cincuenta años de ese acontecimiento trascendente, se celebraron diversos actos, justo en el lugar del ajusticiamiento, para conmemorar los 50 años de libertad.

El Informe presenta una edición especial, mediante la cual rendimos tributo a los muertos y desaparecidos, los torturados, y los que valientemente se atrevieron a ajusticiar al dictador más sangriento de América. Pero también esperamos responder algunas interrogantes que cinco décadas después, aún pernean el tema de Trujillo.

¿Cómo pudo Trujillo imponerse ante tantos hombres, durante tres décadas?. Y cómo logró una concentración de poder abarcadora?

Todavía no se sabe con exactitud la cantidad de personas que fueron asesinadas o desaparecidas por la dictadura de Trujillo. Algunos afirman que ascienden a decenas de miles, otros lo limitan a varios miles.

Lo cierto es que dentro de todos esos crímenes, algunos son muy conocidos, como el caso de las Hermanas Mirabal. Pero otros, no menos conmovedores, corren el riesgo de perderse en el olvido.

El reconocido biógrafo de Trujillo, Robert D. Crassweller, en su libro “La trágica aventura del poder personal”, dice: “Muchas tragedias hubo que apenas traspasaron los límites del hogar y de la familia de las víctimas.

Esta noche queremos prestarle atención a esos crímenes cometidos bajo la dictadura de Trujillo, pero que poca gente recuerda.

Los testimonios de los perseguidos y torturados durante el régimen de Trujillo son desgarradores. Esta noche, uno de dos hermanos de la familia Perozo que sobrevivieron, habla del horror que experimentó en carne propia.

Si pasamos balance a los 30 años de la dictadura de Trujillo, siempre va a pesar mucho más en la consciencia nacional todos los crímenes, todo el atropello y todo el dolor esparcido en este país que el desarrollo material que se le pueda atribuir.